Hace poco más de cuatro meses, Juan Béjar comunicó al consejo de administración de FCC que dejaba su cargo de primer ejecutivo de la compañía, tras medio año de sinsabores y desavenencias con el nuevo máximo accionista del grupo Carlos Slim. Por entonces, Béjar aseguró a algunos medios que su futuro pasaba por mantener la presidencia de la concesionaria Globalvía. Lejos de conformarse con esto, el ejecutivo ha redecorado su vida profesional con nuevos desafíos: una sociedad holding para gestionar inversiones y una alianza con el también empresario Eugenio Galdón en el sector energético.
El último movimiento de Béjar ha sido la creación de Loma, una sociedad con formato de holding para canalizar inversiones y participaciones en otras empresas. Su salida de FCC incluyó una indemnización pactada de 8,375 millones de euros, merced a que el cambio de control que se produjo en el grupo, del que Esther Koplowitz dejó de ser la primera accionista a finales de 2014, le daba la opción de salir de la constructora con una notable compensación económica.
Aunque la cantidad que le hubiera correspondido se acercaba más a los 10 millones de euros, en cualquier caso el acuerdo final dejaba en manos de Béjar un montante con el que se pueden llevar a cabo numerosos proyectos y más que interesantes inversiones, especialmente en un momento en el que los precios siguen siendo muy atractivos y los tipos de interés históricamente bajos.
Loma, creada con un capital inicial de 100.000 euros, según el apunte de constitución de la sociedad reflejado en el Registro Mercantil, aparece como el punto de partida de la nueva carrera empresarial de Juan Béjar, después de algo más de tres años como consejero delegado de FCC y algunos más formando parte del grupo, en compañías como la propia Globalvía y la filial cementera Portland Valderrivas.
Ida y vuelta en el sector energético
Proveniente del sector de las infraestructuras, con destacada trayectoria en Cintra, filial de Ferrovial, y en el fondo de Citigroup de este sector, Béjar ha preferido esta opción frente a otras de carácter más financiero como pudiera ser una sicav o una sociedad de capital riesgo. Un camino este último por el que optó su antecesor en FCC, Baldomero Falcones, que antes de incorporarse al grupo de construcción y servicios había fundado Magnum, junto a otros socios como el ex Santander Ángel Corcóstegui.
Sin embargo, la creación de Loma no ha sido el primer paso dado por Béjar ya fuera de FCC. Anteriormente, ya se había unido a Eugenio Galdón, ex presidente de Ono, para constituir una sociedad comercializadora de energía.
En concreto, Galdón y Béjar crearon Geo Alternativa, cuyo objetivo se centrará en las energías renovables y más en concreto en la adquisición de plantas e instalaciones que atraviesan dificultades financieras. Paradójicamente, en su época de consejero delegado de FCC Juan Béjar pilotó la salida del grupo del sector energético, aunque finalmente optó por vender tan sólo una parte de la filial.
Hasta la fecha, la actividad empresarial de Béjar desde su salida de FCC ha sido poco menos que frenética. La única limitación establecida para cobrar la indemnización del grupo constructor era la de no competir con la compañía en el plazo de un año.
