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Al independentismo catalán se le atragantan las burbujas de Freixenet: la cavista sufre un boicot en... Cataluña

El presidente de la multinacional española del cava catalán, Josep Lluís Bonet, asume que su estrategia a favor de no separar Cataluña del resto de España está afectando a su negocio.

  • El presidente de Freixenet, Josep Lluís Bonet

Las primeras consecuencias del debate político sobre la independencia de Cataluña se están notando en el mundo empresarial catalán. Uno de los empresarios que lo reconoce es el presidente de Freixenet, Josep Lluís Bonet, quien ha asumido que su estrategia a favor de no separar a Cataluña del resto de España está afectando a su negocio del cava.

En el caso de la mayor multinacional española del cava catalán el boicot a la compra de sus productos no viene de fuera de Cataluña -como ocurrió hace años con varias marcas de cava catalán debido a unas declaraciones del dirigente de ERC Josep Lluís Carod-Rovira- sino de una parte más independentista de los clientes catalanes. “La incidencia de este boicot que hemos detectado es pequeña, pero sí que existe ese boicot”, ha reconocido este viernes Josep Lluís Bonet sin citar directamente los ataques de grupos independentistas.

El anuncio de Navidad que generó la polémica

Todo empezó el pasado mes de noviembre cuando Freixenet presentó en sociedad su tradicional anuncio de televisión en el que felicitó a todos los españoles la Navidad con el mensaje: “Brindemos por otros 100 años juntos”.

La cavista con sede en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) hacía referencia a su aniversario, pero de forma repentina surgieron comentarios de dirigentes nacionalistas de CiU y de ERC que vieron en aquel mensaje un claro posicionamiento político en contra del proceso secesionista liderado por el presidente catalán Artur Mas. Nada más lejos de la intención de Freixenet, pese a que Bonet e incluso su presidente de honor y accionista fundacional José Ferrer había expresado su opinión apoyando que los lazos políticos y económicos entre Cataluña y España permanecieran unidos.

Tras ese episodio de diciembre y pasadas las Navidades, época de apogeo en las ventas y exportaciones de las empresas dedicadas al cava, Josep Lluís Bonet sí que percibe un boicot en Cataluña.

"Yo diría que sí, que existe un boicot, pero ¿por qué se produce? A mí hay gente que me dice que me hará boicot, pero la incidencia creo que es pequeña", asegura el presidente de Freixenet que observa con preocupación que de aquí a la fecha del adelanto electoral catalán del 27 de septiembre pueda aumentar la incertidumbre política en Cataluña debido al aumento del mensaje soberanista y esto pude afectar al mundo empresarial.

Las ventas de Freixenet disminuyeron alrededor del 10% en el 2013, datos compensados en 2014 gracias al aumento de las exportaciones

"Es muy importante ir juntos para ganar", ha apuntado, y pese a no disponer de cifras económicas sobre la incidencia de esta campaña del anuncio de las burbujas de Freixenet en Navidad, ha señalado que en el ejercicio de 2014 fue un año mucho más positivo que 2013 en cuanto a ventas. Cabe recordar que las ventas de Freixenet disminuyeron alrededor del 10% en el 2013, según reflejan los últimos datos financieros disponibles, y se situaron en 217 millones de euros. Estos resultados se han visto compensados durante el año pasado gracias al aumento de las exportaciones.

“No contemplo que se produzca la independencia”

“Yo no contemplo que se produzca la independencia de Cataluña, pero desde Freixenet defendemos nuestra libertad para estar presentes en todos los lugares donde se produzca buen vino. Y creo que la independencia sería un verdadero desastre tanto para Cataluña como para el resto de España”, ha afirmado Bonet. Y ha añadido: “Lo que está claro es que España sigue siendo el principal mercado para medianas y pequeñas empresas y estos vínculos económicos y empresariales no pueden romperse ni tampoco las relaciones afectivas y personales”.

Bonet, que también es presidente dela Cámara de Comercio de España apoya abiertamente que el problema del independentismo catalán lo resuelvan los políticos "de la mejor manera posible, con mucha paciencia y prudencia", para lo que ha recomendado "hablar y llegar a consensos". "Yo no veo otra manera de solucionarlo que tendiendo puentes".

El boicot contra Freixenet lo puso en marcha el pasado 26 de noviembre la diputada autonómica de CiU Elena Ribera. Ese mismo día, la compañía de cava presentó su tradicional anuncio de Navidad, que terminaba con un mensaje: "Por los próximos cien años juntos".

Ribera no tardó en lanzar un tuit criticándolo: "Freixenet buscando no perder cuota de mercado brinda por cien años juntos. Acaba de perder dos millones de consumidores catalanes... potenciales". Aunque posteriormente aseguró que su intención no era animar a ningún boicot.

Al día siguiente, las juventudes de ERC en Sant Sadurní desplegaron una pancarta ante la sede de Freixenet en la que se podía leer: "Bonet no nos representa. Brindamos por 100 años libres". Y emitieron un comunicado en el cargaban contra el "sentimiento españolista" de Bonet. Por su parte, el concejal de la formación independentista radical CUP Francesc Ribera Titot, desde su Twitter, animaba a seguir boicoteando: "Cualquier cava menos Freixenet", escribió.

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