Grandes operaciones corporativas españolas se han gestado en la City londinense. Allí, en el número 1 de Southwark Bridge, José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, pronunció unas palabras que todavía tienen eco en el sistema financiero.
El banquero vasco reconoció en la sede de Financial Times que Bankia puede ser objetivo corporativo, y citó a BBVA como uno de los grupos a los que más cuadraría la operación.
Sin embargo, desde el entorno de la entidad quitan hierro al rumor extendido desde entonces. La posición del Frob en el capital de Bankia -tiene un 60%- y la falta de sintonía entre Goirigolzarri y el todavía presidente de BBVA, Francisco González, hacen difícil el acuerdo.
Más allá de esta posible fusión, hay otra que tiene mucho mayor encaje estratégico y es más factible para Bankia: Banco Sabadell. Ésta podría ser la gran fusión de 2018, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli, ya que cuadra a todos los interesados: a Bankia le permitiría ganar tamaño para evitar ser engullida por un grande; volver a internacionalizarse; expandirse a comunidades autónomas donde apenas tiene presencia; y convertirse en una referencia en pymes.
Operación defensiva
Para Sabadell, también sería una operación defensiva para evitar opas indeseadas y le permitiría crear un gigante en España de la envergadura de Santander, BBVA y CaixaBank. Por ello, su presidente, Josep Oliu, ya preguntó por ello a Luis de Guindos, según Ara, con respuesta negativa.
El encaje de ambas entidades es total a nivel geográfico. Hay ocho comunidades donde la cuota de mercado de Bankia es menor del 7%: Cataluña -donde Sabadell es la tercera tras CaixaBank y BBVA-, Asturias, Galicia, Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón y Extremadura. En casi todas ellas Sabadell ha hecho compras en los últimos años, como Banco Gallego, Guipuzcoano o, anteriormente, Herrero.
Además, Sabadell tiene una cuota de mercado del 11% en pymes, segmento en el que Bankia es más flojo. Por ello ya intentó comprar en su día Banco Popular, algo que no pudo por el veto del BCE.
A la contra, Bankia ofrecería a Sabadell el liderazgo en dos ciudades clave donde lleva años intentando crecer: Madrid y Valencia, junto a las antiguas plazas de BMN del corredor mediterráneo. También le daría una mayor implantación en el negocio minorista.
El encaje no sólo sería geográfico y de modelo de negocio, también directivo. Los principales directivos ya trabajaron juntos en BBVA: Goirigolzarri, su número dos José Sevilla y el consejero delegado del Sabadell, Jaime Guardiola. Y su relación, al contrario que con FG, sigue siendo buena.
Pero no todo son facilidades. La principal complicación es, como en todas las fusiones, el reparto accionarial y de altos cargos. A lo que se suma que el principal accionista de Bankia, el Frob público con un 60%, sería también el máximo accionista del grupo resultante. Un escollo a esquivar en la que sería la gran operación de 2018.