La cadena hotelera Husa, actualmente en concurso de acreedores, sigue perdiendo las joyas de la corona que en su día hicieron de la compañía una de las más poderosas de España. El último ejemplo ha sido el denominado en su día Husa Llar, en la mejor zona comercial de Valencia, que reabrirá a mediados del próximo ejercicio aunque ya no con la bandera de la cadena liderada por Joan Gaspart sino bajo la enseña de One Shot Hotels.
El Llar era de los establecimientos de los que Husa podía presumir. Su situación es de privilegio, en la calle Colón, la más cara de la zona comercial de Valencia, y rodeado de establecimientos como El Corte Inglés, Mango y las principales enseñas del grupo Inditex.
También está muy cerca de la tienda Apple, cuyo inmuble adquirió precisamente el fundador y principal accionista de Inditex, Amancio Ortega, que pagó a comienzos de año algo más de 23 millones de euros por él.
El hotel no era propiedad de la cadena de Gaspart, por lo que se encuentra fuera del concurso de acreedores instado por la propia compañía el pasado mes de febrero. Tras meses de arduas negociaciones, la propiedad del inmueble, una familia valenciana con diversos activos en la ciudad del Turia, ha decidido que el nuevo operador sea One Shot.
Desplome continuado
La privilegiada situación del establecimiento ha hecho que no haya sido fácil encontrar un operador que se hiciera cargo del hotel. Los propietarios han visto desfilar por delante de ellos a los grandes del sector en España e incluso a cadenas internacionales que no han podido afrontar la operación desde el punto de vista financiero. Para este proceso han contado con el asesoramiento de la consultora PHG.
One Shot cuenta con aproximadamente una decena de establecimientos aunque franquiciados con distintas marcas. Hace aproximadamente dos años, la compañía decidió poner su propia marca y ya ha abierto dos hoteles en Madrid (junto al Congreso de los Diputados y cerca de la Puerta de Alcalá) con los nombres de One Shot 23 y One Shot 04. También tiene previstas próximas aperturas en Sevilla y en Londres.
De esta forma, el Hotel Llar es el tercer establecimiento emblemático que pierde la cadena Husa por su delicada situación financiera. Ya ocurrió lo mismo con el Juan Carlos I de Barcelona y con el Husa Chamartín, en Madrid. Además, otra de las joyas de la compañía en la capital de España, el Husa Princesa, se ha visto envuelto en numerosos problemas, incluido un expediente de regulación de empleo y también numerosos casos de impago.
Husa entró en concurso de acreedores con un pasivo de aproximadamente 200 millones de euros. De ellos, la cuarta parte se corresponde con pagos pendientes a Hacienda y la Seguridad Social. Los sindicatos habían denunciado con anterioridad repetidos impagos a las plantillas de algunos establecimientos. Por entonces, la cadena ya había sido apartada de hoteles como el mencionado Juan Carlos I por problemas financieros.