Iberdrola ha decidido abandonar el único proyecto de energía renovable procedente de las olas que tenía en España, una iniciativa piloto que puso en marcha en Santoña (Cantabria) en el año 2008, aunque seguirá experimentando con el potencial de la energía marina en otras latitudes más propicias, y en concreto, en Escocia.
La eléctrica liquidará dentro de un mes la sociedad Iberdrola Energías Marinas de Cantabria, a través de la cual puso en marcha hace un lustro el proyecto, que en su momento fue pionero en Europa, según explicó entonces la empresa.
En un momento tenso en las relaciones entre Iberdrola y el Gobierno por los recortes aplicados por el Ministerio de Industria al sector para intentar atajar el déficit tarifario (este lunes, el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán pidió al Ejecutivo "una buena reforma eléctrica"), la empresa ha decidido bajarse de una iniciativa de la que era el principal impulsor, con una participación del 60%.
En el proyecto también participaban inicialmente, con un 10% cada uno, el propio Gobierno central a través del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE, dependiente del Ministerio de Industria), el Gobierno cántabro, la petrolera francesa Total y la estadounidense OPT (Ocean Power Technologies).
Según fuentes de la eléctrica, la liquidación de esa sociedad no supone el fin del proyecto, que, aseguran, continúa, porque otros accionistas lo han "heredado". Además, Iberdrola aprovechará el know-how adquirido en Cantabria para continuar su apuesta por la tecnología marina en los proyectos que viene desarrollando en Escocia desde hace tres años.
La eléctrica ha explicado recientemente que "continúa con el desarrollo de tecnologías marinas; tras haber instalado en 2011 el prototipo “Pelamis” P-2 de aprovechamiento de la energía de las olas en el Centro Europeo de la Energía Marina (EMEC) en Orkney [Escocia], prosigue con el desarrollo del prototipo Hammerfest Strom´s de 1 MW de potencia".
"Asimismo, el proyecto Sound of Islay, de 10 MW de capacidad [también en Escocia], sigue su desarrollo de acuerdo a los plazos establecidos". La compañía "también está realizando el desarrollo de otras dos instalaciones, una de mareas y otra de olas, con 95 MW y 50 MW", respectivamente.
El proyecto de Santoña, a cuatro kilómetros de la costa de esa localidad cántabra, contó en su primera fase con un presupuesto de unos 3 millones de euros y consistía en unas boyas que, por la acción de las olas, producen un movimiento vertical que, mediante un sistema hidráulico, activan un generador convencional que produce electricidad en baja tensión.
La primera boya de generación eléctrica, con 40 kilovatios (kW) de potencia, se instaló en 2008, en un acto al que asistieron, entre otros, Víctor Manuel Rodríguez, directivo del área de Renovables de la eléctrica, la entonces vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, Dolores Gorostiaga, y la alcaldesa de Santoña, entre otras personalidades.