Iberdrola registró un beneficio neto de 2.572 millones de euros el pasado año, un 7% menos que en 2012, tras sufrir un impacto regulatorio de 801 millones antes de impuestos en el ejercicio, según la información remitida este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y recogida por Efe.
La eléctrica ha subrayado que las cuentas del pasado año estuvieron impulsadas por los negocios internacional, liberalizado y renovable, pero que se han visto afectadas "por el impacto regulatorio en España, la evolución en Brasil y los tipos de cambio de las divisas".
El resultado bruto de explotación (ebitda) de Iberdrola en 2013 se situó en 7.205 millones de euros, lo que supone una reducción del 6,7% con respecto al año anterior, lastrado por los mayores tributos en España, según la compañía. El ebitda del negocio de redes sumó 3.685,3 millones de euros el pasado año, un 2,3% menos que en 2012; el de generación y clientes, 2.017,8 millones, un 14,3% menos, y el de renovables, 1.573,1 millones, un 2,9% menos.
La cifra de ventas alcanzó los 32.807,9 millones de euros, lo que representa una caída del 4,07%. Por lo que respecta al margen bruto, se mantiene estable en 12.577 millones de euros, gracias a las mejoras de los negocios de generación y renovables en un año de alta producción eólica e hidráulica.
La eléctrica destaca "el fuerte impacto que sobre los resultados de grupo han tenido los sucesivos recortes de ingresos en España consecuencia de las diferentes medidas regulatorias", que cifra en 801 millones de euros. De estos, 280 millones de euros corresponden al efecto de la reforma energética desde julio de 2013 y 521 millones, a las tasas sobre la generación eléctrica aprobadas en 2012 y con aplicación desde comienzos del pasado año.
La reforma energética ha supuesto un recorte en la retribución del negocio de distribución en España de 111 millones de euros y una disminución del incentivo a la inversión de 47 millones de euros. Además, Iberdrola ha incluido un impacto estimado de 122 millones de euros para su negocio de régimen especial (renovables, cogeneración y residuos), dado que esta parte de la normativa está todavía por desarrollar.
En ese mismo sentido, los nuevos impuestos dispararon la partida de tributos en un 33%, hasta los 1.577 millones de euros, de los que 1.044 correspondieron a España (el doble que un año antes). El pasado año también cayeron los resultados en Brasil, debido a la sequía y a revisiones tarifarias.
En 2013, Iberdrola actualizó el valor de algunos de sus activos, que aumentó en 6.323 millones de euros, en virtud de la normativa que permite deducir fiscalmente esta operación a cambio de abonar en el momento actual un impuesto del 5% por ese importe. En el conjunto del ejercicio, Iberdrola generó 136.347 gigavatios hora (GWh), un 1,2% más, gracias al repunte de las renovables, España, el Reino Unido y los Estados Unidos.
La deuda financiera neta ajustada, una vez incluido el déficit tarifario pendiente de cobro, de Iberdrola al cierre del ejercicio era de 28.053 millones de euros, por debajo de los 30.324 millones de doce meses antes. Al mismo tiempo, la liquidez alcanzaba los 10.826 millones de euros, "suficiente para cubrir las necesidades de Tesorería de más de 30 meses".