El plan estratégico que ultima la dirección de Iberia tendrá un horizonte temporal de cinco años, dos más que los que contemplaba el aprobado en noviembre del pasado año y que provocó una tormenta laboral en el seno de la aerolínea española. Es parte de la poca información que, por el momento, la compañía ha trasladado a los sindicatos, con los que quiere alcanzar acuerdos antes de que finalice el año con el fin de poder empezar a aplicar cuanto antes el plan.
El consejero delegado de Iberia, Luis Gallego, se reunió el jueves con representantes de UGT, CCOO, CTA y Sitcpla, con lo que respondía a las reclamaciones que habían efectuado los trabajadores pocos días antes, cuando acusaron a la dirección de la compañía de no reunirse con ellos desde finales de julio.
El anterior plan de Iberia, conocido como Plan de Transformación y aprobado el 9 de noviembre de 2012, contemplaba un horizonte de tan sólo tres años para lograr unos objetivos muy ambiciosos, que devolvieran a la compañía a la rentabilidad. Aparte de los severos ajustes laborales que se recogían en aquel plan, la cuestión temporal también fue duramente criticada por entonces por los sindicatos.
En este caso, IAG, matriz de Iberia, ha decidido dar algo más de tiempo a la aerolínea española que, no obstante, no se dormirá en los laureles. De hecho, Gallego trasladó a los representantes de los trabajadores que la compañía ya tiene planes de crecimiento para el próximo ejercicio a través de la recuperación de algunas rutas, al mismo tiempo que estudiará nuevos mercados.
Productividad y pérdidas
Sin embargo, no trascendió mucho más sobre el contenido del futuro plan, que será sometido a aprobación en la reunión del consejo de administración de la compañía en el mes de noviembre.
El consejero delegado de Iberia incidió en su preocupación por las pérdidas estructurales que generan el corto y el medio radio. La compañía ya reconoció a los sindicatos que estas áreas seguían perdiendo dinero a pesar de la supresión de 17 rutas que no eran consideradas rentables.
Otro de los asuntos candentes es el de la productividad, en el que no fue posible un acuerdo en el plazo que establecía el acuerdo de mediación, que puso fin a la huelga de diez días completos padecidos por Iberia.
No obstante, los sindicatos esperarán a conocer el contenido íntegro del plan estratégico para tomar decisiones sobre posibles acuerdos con la dirección de Iberia. De hecho, UGT ya ha advertido de que cualquier medida contraria al mantenimiento del empleo o a la salida sin traumas de excedentes de plantilla contará con su frontal rechazo, con lo que la cuestión se centra en si los nuevos planes contemplan más ajustes laborales.