Indra presenta hoy en el pabellón de congresos IFEMA de Madrid el plan estratégico por el que se regirá la compañía hasta el año 2026. Elaborado al dictado de José Vicente de los Mozos, consejero delegado de la corporación pública desde mayo del año pasado, busca dar el espaldarazo definitivo a la división de Defensa para convertirla en la empresa de referencia del sector.
Unos planes que no son ajenos a las corporaciones especializadas en este ámbito, como es el caso de la empresa de ingeniería militar, Escribano, que hace unos meses se hizo con el 8% del total de las acciones de Indra, por detrás de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con un 25% de los títulos, SAPA Placencia (7,9%) y Amber (6,2%).
El objetivo es convertirse en el gigante estatal de la Defensa en un momento en el que el gasto militar está disparado, con la guerra de Ucrania enquistada y Europa diseñando planes para mejorar su potencial militar ante la amenaza de que el presidente ruso, Vladimir Putin, expanda el conflicto dentro de las fronteras de la Unión Europea. Una guerra que se suma al conflicto entre Israel y Hamás, y que sin duda impulsará aún más la venta de armas y material militar.
Minsait
Otro de los frentes que se abordará dentro del nuevo plan estratégico es lo que sucederá con Minsait. Para centrarse en Defensa, la dirección de la compañía lleva tiempo pensando en vender esta parte del negocio. De hecho, según afirmó en su día el diario El Confidencial, los fondos Bain Capital y Cinven están interesados en una operación que no acaba de concretarse.
El valor estimado de Minsait, creada en 2016, es de unos 1.800 millones de euros. Su labor es desarrollar servicios para optimizar los procesos empresariales y mejorar el servicio a los clientes (básicamente transformación digital). Ante el retraso en la venta de la corporación, se trabaja en escenarios como el troceo de la empresa para venderla más fácilmente, así como una reorganización del organigrama para afrontar el futuro de la nueva Indra.
La firma tecnológica y de defensa ha registrado un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 446 millones de euros, un 11,5% más que los 400 millones de euros del ejercicio precedente, mientras que el beneficio operativo (Ebit) se situó en 347 millones de euros, un 15,6% más en términos interanuales
Mantener el comportamiento de la acción
En los últimos seis meses el ascenso en la cotización de las acciones de Indra ha crecido desde los 13,2 euros a los 17,5 euros.
Este buen comportamiento en el parqué ha elevado su valor en bolsa por encima de los 3.100 millones de euros. La acción se mueve cerca de los máximos históricos.
Un comportamiento al que la dirección de la compañía quiere darle continuidad, para lo que debe poner toda la carne en el asador en el plan estratégico, a fin de que convenza a los actuales y también potenciales tenedores de acciones.
Resultados de Indra
Indra obtuvo un beneficio neto de 206 millones de euros en 2023, lo que supone un incremento del 19,8% en comparación con los 172 millones de euros registrados el año anterior, y repartirá un dividendo de 0,25 euros por acción con cargo a los beneficios de 2023, la misma remuneración al accionista que en el ejercicio previo, según los resultados presentados a finales de febrero por la compañía ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Asimismo, ingresó 4.343 millones de euros en 2023, lo que supone un aumento del 12,8% en relación con los 3.851 millones de euros de 2022.
La firma registró un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 446 millones de euros, un 11,5% más que los 400 millones de euros del ejercicio precedente, mientras que el beneficio operativo (Ebit) se situó en 347 millones de euros, un 15,6% más en términos interanuales.