Arranca nuevo curso en la Comisión de Investigación del rescate bancario en el Congreso de los Diputados. Con el mismo foco que en las primeras sesiones: la labor del Banco de España, que ha cuestionado su exsubgobernador entre 2006 y 2009, José Viñals.
Este financiero, actual presidente del banco anglosajón Standard Chartered, ha dejado dos grandes mensajes críticos contra el Banco de España -en la etapa de Miguel Ángel Fernández Ordóñez- y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El primero, que hubo errores de cálculo en la magnitud de la crisis, que impidieron una correcta gestión de la mismas. Y segundo, que el "proceso de supervisión de entidades con problemas podía haber sido más sistemático".
Es decir, que el regulador falló en sus principales labores, a pesar de que Viñals cree que era muy difícil calibrar el complicado escenario macro, que posteriormente arrastró a la banca, y no viceversa. "En España, el sector bancario no fue el causante de la crisis, sino la caída económica a partir de 2009", explica.
"Es clave reconocer dos errores de previsión esenciales: la incapacidad -no solo del Banco de España- para anticipar la recesión de 2009 y la recaída en 2011; y la expectativa de que los desequilibrios generados en la etapa de bonanza se corregirían de forma gradual y no abrupta", explica el financiera.
Oportunidad perdida
Todo ello llevó, añade el exsubgobernador, a que cuando estalló la crisis internacional en 2008 no se tomaran medidas más contundentes para asegurar la solvencia del sector, en especial de la cajas. "Y entonces había margen presupuestario para tomar medidas", recuerda.
En este sentido, Viñals reconoce que en 2009, "cuando se apreció la gravedad de la crisis" se podrían haber tomado medidas más contundentes, "pero se había agotado el margen presupuestario". Se refiere al denominado manguerazo a las cajas del que se hablaba entonces, que "con los ojos de hoy", hubiera sido efectivo: "La decisión de minimizar los recursos públicos dilató hizo e hizo más compleja" la crisis.