La industria fotovoltaica española aportó el pasado año 18.015 millones de euros al PIB, lo que supone un 1,23% del total nacional, según el informe 'Forjando la transformación hacia la sostenibilidad' que la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) presentó este miércoles, elaborado en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, y que ofrece un análisis de la situación de la industria fotovoltaica en España y en el mundo.
Asimismo, la destaca como un motor de prosperidad gracias a su aportación a los ingresos fiscales, que se incrementó en un 6%, alcanzando los 2.143 millones de euros. De este total, cerca de 1.490 millones de euros corresponden a impuestos nacionales, 257,9 millones a impuestos locales y unos 395,2 millones a cargas sociales, datos que resaltan la capacidad del sector para enfrentar desafíos territoriales y aportar en la generación de equidad.
La industria de la energía solar en España durante 2023 consolidó su posición como generador de puestos de trabajo y desarrollo para los territorios, creando un total de 160.396 empleos nuevos entre empleos directos (34.037), indirectos (86.968) e inducidos (41.391), según los datos de la Universidad de Castilla-La Mancha.
La industria de la energía solar en España durante 2023 consolidó su posición como generador de puestos de trabajo y desarrollo para los territorios, creando un total de 160.396 empleos nuevos entre empleos directos (34.037), indirectos (86.968) e inducidos (41.391)
La senda de expansión de la energía solar en España se ha visto reflejada, también, en la inversión en I+D, que superó en 2023 los 610 millones de euros, dedicando un presupuesto medio del 3,6%, el triple del gasto medio en innovación de la industria española.
En palabras de Rafael Benjumea, presidente de UNEF, “este avance no solo demuestra la vitalidad de nuestra industria, sino también su capacidad para adaptarse y crecer en un entorno cambiante, en el que el sector trabaja para superar los nuevos desafíos”.
Crecimiento
El Informe da cuenta de la posición de liderazgo y del espíritu de innovación de la industria durante el año pasado, en el que la energía fotovoltaica se consolidó como la tecnología con más potencia instalada en España (incluyendo plantas de suelo y autoconsumo), con 32.488 MW. Sigue la línea de la apuesta mundial por esta tecnología, ya que, en 2023; la fotovoltaica fue de nuevo la fuente de energía más instalada (renovable y no renovable) en el mundo.
Durante 2023, en España se instalaron un total de 7.489 MW, un 5,7% más que en 2022. Con estos datos de instalación para 2023, España se ubicó como el segundo mercado fotovoltaico europeo, batiendo el récord de instalación anual. Destaca además el incremento del peso de la energía fotovoltaica española en el mix de energía, que aumentó un 40% el pasado año, con una media de 13,6%.
El sector que presentó mayor crecimiento durante el año fue el de plantas en suelo, con un 26,5% más de potencia instalada, para cerrar en 5.783 MW. Con 2,032 MW de nueva capacidad de plantas en suelo, Castilla La Mancha lideró el desarrollo fotovoltaico el pasado año. Para el caso del autoconsumo, 2023 terminó con 1.706 MW instalados, suponiendo un 32% menos de crecimiento que un año atrás.
Retos
Desde UNEF subrayan que la energía solar brinda a España la oportunidad de contar con una energía eléctrica competitiva que favorece la industrialización de nuestra economía. Si bien la mayor parte de las Comunidades Autónomas están viendo la energía solar como una oportunidad para su territorio, la asociación advierte de que estos avances positivos que se llevan a cabo en la mayor parte de los territorios contrastan con las barreras que se están observando en algunas comunidades autónomas.
"Mientras que en general existe un alineamiento positivo entre el gobierno central y las comunidades para avanzar en la descarbonización, nos preocupan acciones como los impuestos retroactivos en Aragón, la moratoria injustificada en La Rioja, las barreras al almacenamiento en Asturias o las restricciones a la libre empresa en Canarias", señala José Donoso, director general de UNEF.
Para el impulso del autoconsumo, UNEF considera imprescindible el apoyo de las administraciones, regulando la figura del gestor de autoconsumo, extendiendo la tramitación simplificada y la compensación simplificada a todas las instalaciones con capacidad de acceso de hasta 450kW o fomentando medidas de reducción fiscal atractivas para quien invierta en autoconsumo, como aplicar un 0% IVA a los elementos de la instalación.
El sector, remarcan, tiene en este momento tres grandes retos. El primero de ellos es la aceptación social: que la gente entienda que los proyectos son positivos, que se ubican en el sitio adecuado y que no suponen ninguna amenaza ni de seguridad ni para el desarrollo del mundo rural, sino más bien al contrario, una gran oportunidad.
El segundo gran reto apunta hacia la electrificación. “La descarbonización del sector eléctrico en nuestro país ha sido un gran éxito, pero necesitamos avanzar en la sustitución de los combustibles fósiles por energía eléctrica”, añadió Donoso.
El almacenamiento sería el tercer gran reto del del sector ya que “incluir una solución de almacenamiento para una planta fotovoltaica es algo ya tan fundamental como los mismo paneles”, comenta Donoso. “El avance del almacenamiento es imprescindible para poder extender esas horas baratas de energía solar más allá de las horas de radiación, lo que permitirá dar garantía a los consumidores y reducir el consumo de los ciclos combinados”. Para ello, UNEF reclama un marco regulatorio y retributivo específico. “Estamos en la línea de alcanzar los objetivos del PNIEC, siempre que el sector y la sociedad sigan alineados en su consecución, buscando soluciones para los desafíos que aparecen en estos momentos”, concluyó el director general de UNEF.