El Gobierno español teme que la canciller alemana, Angela Merkel, aproveche su visita de este jueves para allanar el camino con vistas a grandes operaciones empresariales. El marco de una gran cumbre empresarial, con altos representantes de grandes corporaciones de ambos países, se contempla como una buena oportunidad para tratar asuntos distintos del rescate pero al mismo tiempo relacionado con él.
En círculos empresariales existe una sensación parecida, fundamentada principalmente en dos puntos. En primer lugar, la posibilidad de que Merkel trate de buscar alguna contraprestación a cambio de su flexibilidad en el asunto del rescate a España, que tendrá como una de sus fechas fundamentales el próximo 12 de septiembre, con la decisión del Constitucional germano en el aire.
No se quiere mencionar palabras como “chantaje” o “amenaza” pero la posibilidad de que el Gobierno alemán aproveche la circunstancia para tratar de obtener alguna contraprestación que favorezca su entrada en grandes empresas españolas está latente.
En segundo término aparece el castigo que han sufrido las compañías cotizadas debido a las turbulencias de los mercados y, en especial, al incremento del riesgo de invertir en España debido a la delicada situación financiera del país. De esta forma, la adquisición de grandes compañías en este momento es una operación mucho más sencilla desde el punto de vista financiero. Una circunstancia que también está encima de la mesa para la reunión.
Se mantiene la incertidumbre
Es cierto que grandes reuniones empresariales como la que va a tener lugar mañana no constituyen el escenario ideal para realizar operaciones de este tipo. Pero el temor viene del lado político, de lo que puedan tratar en privado Mariano Rajoy y Angela Merkel. Por el momento, no hay constancia de operaciones en marcha pero sí inquietud y algunas sospechas.
De acuerdo con la información que ha trascendido sobre el encuentro empresarial, las reuniones se celebrarán al más alto nivel, por lo que acudirán los presidentes o consejeros delegados de las más de 100 empresas españolas y alemanas presentes. El encuentro durará todo el día y pretende reforzar la cooperación entre las empresas de ambos países.
El programa cuenta con cinco mesas de trabajo en las que se abordarán temas fundamentales para los dos países, como la internacionalización, la I+D, las reducción de las trabas administrativas, algunos modelos exitosos de inversión o la formación dual, que permite que muchos jóvenes se formen en empresas y consigan trabajo.
Ni mucho menos sería la primera vez que determinados acuerdos políticos se ven complementados con operaciones de calado empresarial que han sido interpretadas como meras contraprestaciones. De ahí que las alarmas se hayan encendido de manera preventiva ante la decisiva visita del jueves.