"El voto de cada empresa en DigitalES tendrá más o menos valor en función de su facturación". Así se manifestaba ayer Enrique Serra, presidente de DigitalES, el nuevo lobby tecnológico impulsado por Telefónica.
En diciembre del año pasado Telefónica abandonaba Ametic, hasta entonces la asociación de referencia a la hora de defender los intereses de las empresas tecnológicas españolas, por diferencias en el sistema de voto. Casi a renglón seguido, el resto de los grandes operadores hacían lo propio y, con ellos, otras empresas como Huawei, Indra o Accenture.
El motivo del abandono fue la imposibilidad de modificar el sistema de voto. En Ametic se circunscribe a un voto por empresa. Telefónica quería que los los ingresos de cada compañía fueran quienes determinasen el poder de los votos. "Con todos los respetos, no es lo mismo un operador de telecomunicaciones que factura millones de euros que una pyme con cuatro empleados llamada 'Tecnologías Pepe'; los intereses de una y otra empresa no son los mismos, el voto de una y otra no puede valer lo mismo", decían entonces irónicamente desde los operadores.
El voto establecido por DigitalES tiene en cuenta la facturación de las empresas tecnológicas. Telefónica es la compañía de este sector con más ingresos, Orange la segunda y Vodafone la cuarta. Sólo Indra, del total de las compañías asociadas a DigitalES, se cuela entre las cinco con mayor facturación del sector
Telefónica es la compañía del sector tecnológico con más ingresos, Orange es la segunda y Vodafone la cuarta. Tan sólo Indra, del total de las asociadas a DigitalES, se cuela entre las cinco con más facturación del sector, lo que da una idea del peso de los operadores dentro de la patronal.
Un año después el nuevo lobby es una realidad. Formado por unas 30 empresas, aglutina a las grandes telecos, como Telefónica, Orange y Vodafone, y a otras corporaciones del sector tecnológico, como lo son Huawei, IBM, Indra, Altran o Ericsson.
La patronal ha establecido cuatro niveles diferentes de asociado (A, B, C y D) en función de la facturación de cada empresa. El mayor peso en el voto está el grupo 'A'; Telefónica, Orange, Vodafone y MásMóvil están dentro de esta categoría, si bien hay que apuntar que el voto 'al peso' sólo se ejecutará cuando en una primera votación, basada en una decisión colegiada -consensuada-, no haya acuerdo.
Cuando los operadores abandonaron Ametic buscaban algo así. Es algo que se veía venir, aunque quizá tampoco fuera necesario para una empresa como Telefónica montar todo este tinglado. Telefónica es capaz de hablar de tú a tú a cualquiera en este país, y Vodafone y Orange están casi al mismo nivel"
Aunque en ese grupo de empresas con mayor peso también se encuentran, por volumen de facturación, otras como Accenture, Altran, HP o IBM (17 en total), son los operadores de telecomunicaciones quienes mayor músculo financiero tienen y quienes integran el grupo más grande con los mismos intereses. Dentro hay otros colectivos de compañías dedicadas, por ejemplo, al tendido de redes -como Ericsson o Nokia-, o consultoras -como Everis o Ernst & Young-, pero no hay un conjunto de empresas con tantos ingresos, ni con tanta cantidad de asociados dedicados al mismo negocio y de una forma tan específica como los operadores.
"Cuando los operadores abandonaron Ametic buscaban algo así. Es algo que se veía venir, aunque quizá tampoco fuera necesario para las telecos montar todo este tinglado. Telefónica es capaz de hablar de tú a tú a cualquiera en este país, y Vodafone y Orange están casi al mismo nivel", asegura el analista independiente Jaime García Cantero.
Otras fuentes del sector de las telecomunicaciones, que prefieren no ser citadas en este artículo, manifiestan que "es lógico que las empresas con más facturación quieran tener más poder de decisión en el lobby. Al final han conseguido lo que buscaban cuando dejaron Ametic. Cuesta encontrar entre las 30 empresas del sector un grupo tan fuerte económicamente y tan dedicado al mismo área como es el caso de los operadores de telecomunicaciones", concluyen.