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Trinitario Casanova, expresidente del Águilas, manipulador de la bolsa y ¿rey de la Gran Vía?

El posible dueño del Edificio España engañó a la prensa, a inversores y al Banco Popular para salvar su inversión en 2008 inventando unos inversores falsos entre los que estaba Carlos Slim.

  • Trinitario Casanova (dcha.)

La plaza de la Fuensanta de Murcia no es precisamente una plaza. Más bien es un cruce de caminos, junto a El Corte Inglés, y sirve de inicio de la Gran Vía. Es el corazón de la capital del Segura y en ella sobresale por encima de todos los demás el edificio Hispania. En esta torre de 19 plantas, que una vez poseyó, tiene su sede Baraka, el holding empresarial de Trinitario Casanova, quien ha realizado la mejor oferta para hacerse con el Edificio España de Madrid a Wanda. No sólo él, importantes empresas y algún medio de comunicación como Onda Cero tienen su espacio en este triángulo, con vistas privilegiadas sobre el centro neurálgico de Murcia. Cualquiera puede sentirse rey de la Gran Vía murciana con estas vistas.

Vista de la Gran Vía de Murcia desde el edificio Hispania. Foto ElblogdelSEO.com

Trinitario Casanova tiene fama de ser una persona a la que le cuesta guardarse secretos. Los que lo conocen apuntan a que es fan del protagonismo y ha habido algún caso en el que no ha medido convenientemente sus palabras a la prensa. Cuando tenía 'casi' cerrada la compra del edificio de Wanda, informó a la vez a dos medios de comunicación, uno de Madrid ('El Mundo') y otro murciano (Murcia Economía). Su objetivo era dar a conocer que se buscan inversores para el futuro negocio hotelero en este edificio emblemático.

Fue presidente del equipo de fútbol de Águilas, donde intentó realizar el macroproyecto urbanístico de La Zerrichera

Casanova conoce bien el terreno en que se mueve. La compraventa de activos lo enriqueció en los años de la burbuja y le hizo soñar. En julio de 2008 consiguió vender por 650 millones de euros su Grupo Hispania al también murciano José Ramón Carabante. Los activos que tenía eran principalmente de ladrillo, así que se puede decir que la venta fue muy acertada teniendo en cuenta que el desplome se inició entonces y sólo parece recuperarse ahora.

Antes de eso, ya se había convertido en un empresario del ladrillo al que, por no faltarle, no le faltaba ni ser presidente de un equipo de fútbol (uno de los más antiguos de España, el Águilas C.F.). Intentaba tal vez desde un puesto tan popular lograr los contactos necesarios para que le aprobaran el plan de la Zerrichera, un proyecto urbanístico que planeaba 4.000 viviendas, hotel de lujo y campo de golf en un espacio protegido próximo a la ciudad costera. El proyecto se truncó, según el propio Casanova, cuando los políticos vieron que no sacarían nada de interés si seguían adelante.

Casanova, en una entrevista en Eldiario.es en 2015 reconocía tener buenas amistades en políticos regionales, como por ejemplo Joaquín Bascuñana, exsenador, exconsejero de Obras Públicas con Ramón Luis Valcárcel y también exdelegado del Gobierno en Murcia. Un personaje del que la investigación judicial del caso 'Novo Carthago' (otro intento de pelotazo urbanístico en la Región) dijo que había estado 13 años sin sacar dinero del cajero.

Cuando la presión social creció, el Gobierno murciano decidió frenar el proyecto de Casanova, que acabó acusado de haber intentado sobornar con 3 millones de euros a los políticos locales para que La Zerrichera saliera adelante

Manipulación con el Popular

Otro de los casos de corrupción que se relacionan con Casanova tuvo un reciente juicio penal en Madrid. En el año 2008, difundió a través del periódico 'Negocio' una información falsa con el objetivo de alterar el precio de unas acciones en beneficio propio, tal y como relata el Ministerio Fiscal. Dijo que un grupo de inversores mexicanos estaba interesado en lanzar una OPA sobre el Banco Popular a un precio muy alto. Su idea, siempre según Fiscalía, era "detener la devaluación y la tendencia descendente de las acciones de la entidad bancaria". A través de su empresa Titánica Capital Investment se había hecho con una participación del 3,5% en el banco del Opus. Con posterioridad, y con las acciones del Popular en clara y continuada tendencia a la baja, Fortis exigió a Titánica la constitución de doce depósitos por diversas cantidades comprendidas entre los 17 y los 65 millones de euros. Sin embargo, Titánica no atendió a ninguno de los diez requerimientos, lo que permitía a Fortis ejecutar la prenda y proceder a la venta de las acciones de manera directa ante su deterioro bursátil.

Para evitarlo, Trinitario Casanova hizo llegar al diario la información de que un grupo liderado por cinco relevantes empresarios mexicanos (entre los que se encontraría Carlos Slim) estaba estudiando lanzar una OPA sobre el Banco con una prima superior al 50%. Esa noticia, fabricada para la ocasión, fue ampliamente recogida por otros medios de comunicación y provocó un súbito incremento de la cotización.

Según Fiscalía, Casanova engañó a Fortis, el Popular, la CNMV, al mercado y a medios de comunicación para salvar su inversión económica

No sólo introdujo el bulo, sino que lo fue alimentando, desarrollando y añadiendo nuevos detalles y personajes. Contó con la ayuda del ex ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo. Utilizó herramientas financieras para, según la investigación, engañar a Fortis, al Banco Popular, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), al mercado bursátil en general y a los medios de comunicación con el objetivo de salvar su inversión económica.

Ahora, Trinitario figura como administrador único y apoderado de un buen número de sociedades, según buscadores como el de Infoempresa. Compañías financieras, constructoras y también intereses agrícolas como buen murciano. Su especialidad ha sido hasta ahora comprar y vender, siempre sacando un poco de rentabilidad ¿querrá ahora ser el rey de la Gran Vía madrileña'

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