Durante el fin de semana los directivos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores se han coordinado con los representantes del supervisor del sistema financiero de la Unión Europea, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (Esma, por sus siglas en inglés), para acordar la decisión de prohibir las posiciones cortas sobre Liberbank.
La entidad heredera de las antiguas cajas de Asturias, Castilla-La Mancha y Cantabria sufrió un descalabro en Bolsa considerable la pasada semana -perdió cerca de la mitad de su valor de cotización-, y los reguladores han estimado que una buena medida para corregir la tendencia negativa era prohibir las inversiones bajistas sobre el banco durante un mes. El valor de Liberbank se disparó un 41% el lunes: los reguladores, a priori, han acertado con la medida adoptada.
Pero los inversores de Banco Popular se preguntan por qué la CNMV no prohibió también en su momento las inversiones especulativas sobre la caída del valor del banco adquirido la pasada semana por un euro por Santander.
En el caso del Popular, las posiciones bajistas llegaron a representar algo más del 12% del capital del banco pocas semanas antes de que éste fuera llevado a resolución y comprado por la entidad presidida por Ana Botín. Sin embargo, en el caso de Liberbank, las posiciones bajistas no parecen alarmantes.
El pasado viernes las posiciones bajistas sobre Liberbank representaban el 1,36% del capital, menos que en mayo, abril y marzo
A fecha de 26 de mayo, los bajistas sobre Liberbank representaban el 1,39% del capital. Un porcentaje inferior al que representaban a fecha de 12 de mayo -el 1,6%-, y también durante todo el mes de abril y marzo.
Cuando la CNMV comunicó ayer lunes la decisión de prohibir las inversiones en posiciones bajistas sobre Liberbank, a las 8 horas y 10 minutos, la información sobre cortos era todavía la referida al pasado 26 de mayo. A media tarde de ayer, el regulador del mercado español actualizó las posiciones cortas sobre valores cotizados en España. Y el porcentaje actualizado de las mismas sobre Liberbank, a 9 de junio, el pasado viernes, era el mismo: el 1,39% del capital.
Así, de acuerdo a los registros de la CNMV, a la información que publica el organismo presidido por Sebastián Albella, las inversiones que apostaban por una caída del valor de la entidad financiera no se habían incrementado de forma alarmante la pasada semana, a pesar de que durante esos días la caída de Liberbank en Bolsa sí que fue espeluznante.
En el caso de Liberbank y la prohibición de operar a cortos, puede decirse que han pagado pecadores por justos
La caída del valor de Liberbank la pasada semana no fue achacable al incremento de las inversiones en cortos. Como informó ayer la CNMV al comunicar su decisión de prohibirlas, no existían informaciones negativas "difundidas por la entidad ni pendientes de difundir" que justificaran la pérdida del banco en Bolsa. El regulador indicó en su comunicado que la caída se debió a "la muy probable relación de dicha evolución con la actuación de resolución decidida por la Junta Única de Resolución el 7 de junio de 2017 con respecto a Banco Popular Español".
En este caso, puede decirse que han pagado pecadores por justos. Los bajistas son inversores que apuestan por una caída del valor. Piden prestados títulos de una compañía cotizada a sus accionistas, a cambio de unos intereses, y los venden en el mercado. Si el valor baja, como habían previsto, los bajistas recompran las mismas acciones que habían pedido prestadas, ahora más baratas, y las devuelven a los accionistas que se las prestaron, ganando la diferencia menos los intereses.
En ocasiones, los bajistas pueden provocar con su apuesta una caída efectiva del valor. Los inversores asisten a un incremento de las posiciones bajistas sobre el valor en el que invierten, les entra miedo, y venden, lo que reduce el valor de cotización de la compañía en cuestión.
Pero en el caso de Liberbank, de acuerdo a los registros de la CNMV, los bajistas no han modificado su apuesta por una caída del valor entre el 26 de mayo y el pasado viernes 9 de junio. Es decir, como inversores profesionales, no han percibido información alguna que apuntara una caída lógica del valor, y no se han jugado el dinero a una bajada. Sin embargo, han sido penalizados por la CNMV.
La medida del regulador español ha sido una respuesta lógica a un comportamiento ilógico del mercado, aunque en este caso han sido los temidos inversores bajistas los que han pagado las consecuencias del temor ¿irracional? a un contagio por la crisis de Banco Popular.