Primero fue el mercado mayorista de electricidad o pool, después, la ya famosa subasta Cesur para comercializadoras de último recurso que el Gobierno tuvo que suspender la semana pasada por su escandaloso resultado, y ahora le ha tocado al mercado eléctrico que faltaba: el intradiario, que, sin explicación aparente, también ha empezado a registrar comportamientos anormales estos días.
Unos movimientos de los que nadie se hace responsable y que pueden dar argumentos a quienes desconfían de las razones que han llevado al mercado eléctrico a comportarse de forma atípica a lo largo de este mes de diciembre, en vísperas de la entrada en vigor de la nueva Ley del Sector eléctrico (enésima reforma del sector para intentar contener el desmesurado déficit de tarifa) y tras la negativa del Estado a aportar la parte que le tocaba (3.600 millones de euros) en la resolución del desaguisado eléctrico.
La cuestión es que el mercado de restricciones, conocido en el sector como el de servicios de ajuste, no está marcando estos días precios parecidos a los del mercado diario, como suele ser la tónica habitual.
Este lunes, el diferencial de precios entre el mercado diario y el intradiario ha llegado a los 27 euros, una cota inédita hasta ahora. Así, se han llegado a pagar sólo 33 euros por esos servicios de ajuste, muy por debajo de los 60,67 euros por megavatio/hora que marcaba el pool para el lunes.
“Una locura”, en palabras de un experto del sector, que alude a la especulación como posible explicación de estas fluctuaciones y recuerda que, en este mercado, como en el pool, no están presentes las entidades financieras, dado que el mercado intradiario está restringido a los participantes del mercado diario, al permitirles realizar pequeños ajustes en sus compromisos de producción o adquisición de energía una vez que se conocen los resultados del pool.
La patronal eléctrica Unesa ha señalado a las entidades financieras que participan en la subasta Cesur como responsables del desorbitado resultado de la subasta del pasado jueves, al ser las más activas en esas pujas, en las que no hay entrega física de producto (es una cobertura de riesgo para la energía que se vende en el siguiente trimestre).
Unesa lamenta el "gravísimo daño" creado por Soria con sus acusaciones y se queja de la "demonización" del sector
El propio presidente de Unesa, Eduardo Montes, lamentó este lunes el "gravísimo daño" causado por las acusaciones del ministro de Industria, José Manuel Soria, que, en plena guerra dialéctica con las compañías de Unesa, el sábado pasado atribuyó en ABC el resultado de la Cesur a una “manipulación burda de los precios de la electricidad por las empresas eléctricas”.
Las quejas del presidente de Unesa llegaban horas antes de que se conociera que el déficit de tarifa alcanzó sólo entre enero y octubre los 4.438 millones de euros, a años luz del "déficit cero" que llegó a prometer hasta hace poco el ministro Soria, que trabaja a toda prisa para improvisar un nuevo sistema de fijación de precios eléctricos para este viernes.
Montes, que se quejó de la “demonización” del sector, recordó que las eléctricas agrupadas en Unesa (las comercializadoras de último recurso) sólo representan el 10% de las Cesur (el resto son entidades financieras) y pidió que se dé publicidad cuanto antes al informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por el que se anuló la puja.
La patronal quiere "que se investigue a la mayor brevedad si ha habido o no comportamientos no competitivos" en la Cesur
De hecho, Unesa ha presentado un escrito para personarse como parte en el expediente que tramita la CNMC y pedir al superregulador “que se investigue a la mayor brevedad si ha habido o no comportamientos no competitivos u otras faltas en el desarrollo de la subasta” del jueves.
Según dicho escrito, Unesa pide que, de detectarse esas conductas, "se determine los sujetos a quienes se deban imputar". "Todo ello porque los agentes en el mercado requieren de un marco transparente en el que desarrollar su actividad".
Diciembre pasará a la historia como un mes extremadamente atípico en el comportamiento de los precios de la energía, propiciado, dicen en las eléctricas, por la incertidumbre regulatoria, la escasa eolicidad y el encarecimiento del gas en el mercado europeo.
Tras la negativa de Cristóbal Montoro a aportar los citados 3.600 millones, suavizada posteriormente (está por ver si el Estado avala esa cuantía, como ha prometido), los precios del 'pool' (una de las principales referencias de las Cesur) se dispararon, después de la inusual parada de numerosos grupos de generación.
Luego llegó la subasta del jueves, la airada reacción del Ejecutivo y el desplome de los precios en el mercado mayorista, que si en el Puente de Diciembre (fecha de escasa demanda) llegaron a superar los 90 euros, para este martes, día de Nochebuena, volvían a niveles más propios de estas fechas (9 euros por MW). Ahora, los comportamientos atípicos se han trasladado al mercado secundario.