La operación Chamartín sigue consumiendo los recursos de su sociedad promotora, Distrito Castellana Norte (DCN), que se encuentra en la fase definitiva de las negociaciones con el Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Fomento para sacar adelante el ambicioso desarrollo urbanístico. Por lo pronto, a la espera de un futuro acuerdo, BBVA y San José, los socios de DCN, volverán a rascarse el bolsillo para una nueva ampliación de capital, de 8,5 millones de euros, que servirá, entre otras cosas, para pagar a Renfe y Adif una compensación por prolongar durante 20 meses el convenio para la cesión de los terrenos de la operación.
A finales del pasado ejercicio venció el acuerdo alcanzado por DCN con Renfe y Adif, propietarios de algo más de un 60% del suelo del ámbito de la operación Chamartín, para la compraventa de los terrenos a cambio de algo más de 1.200 millones de euros. Dado que ambas partes decidieron abrir, junto al Ayuntamiento de Madrid, un periodo de negociaciones para intentar desbloquear por enésima vez el desarrollo, DCN y las empresas de Fomento decidieron extender el convenio original por un plazo de 20 meses, esto es, hasta agosto de 2018.
La prolongación del acuerdo tiene como contrapartida el pago de algo más de 4,3 millones de euros por parte de DCN a Adif y Renfe en concepto de compensación, toda vez que el suelo no se cedió en el periodo previsto. La contraprestación debe abonarse en dos plazos, uno en 2017 y el otro en 2018, cuando vuelve a vencer el acuerdo.
Esta es una de las principales partidas a las que se destinará la ampliación de capital que DCN aprobará en una junta extraordinaria de accionistas que se celebrará en la última semana del próximo mes de julio. El resto se destinará a financiar la creciente actividad de la promotora en los últimos meses, con una intensa negociación con el Ayuntamiento de Madrid y Adif (que representa los intereses de Fomento en este proceso) en la que se están abordando modificaciones en el proyecto original que DCN presentó a comienzos de 2015 y que fue tumbado por el pleno del Consistorio a finales de mayo de 2016.
Más de 125 millones aportados
Con la nueva ampliación de capital, la aportación de BBVA (que posee algo más del 72% de la sociedad) y Grupo San José a la promotora, anteriormente denominada Desarrollos Urbanísticos Chamartín (DUCH), se eleva por encima de los 125 millones de euros. La mayoría se corresponde con los últimos años en los que se ha intentado dar un impulso al desarrollo a través de un nuevo acuerdo con las administraciones.
Ya con la nueva denominación, la promotora presentó un plan alternativo al que fue tumbado por los tribunales a mediados de 2013 por infringir preceptos de la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid. La inversión contemplada se iba por encima de los 6.000 millones de euros.
Sin embargo, los trámites burocráticos con el Ayuntamiento de Madrid gobernado por el PP con mayoría absoluta sólo pudieron llegar a la aprobación parcial del plan para dar comienzo a la aprobación. El cambio de signo en la corporación municipal tras las elecciones municipales y autonómicas de 2015 paralizó la tramitación, que terminó con la denegación definitiva del plan casi un año después.
A finales de 2016, Ayuntamiento de Madrid, Ministerio de Fomento y DCN acordaron volver a sentarse a la mesa para negociar las modificaciones necesarias para sacar el proyecto adelante. El objetivo era lograr un pacto antes de que finalizara el mes de junio, aunque todo parece que los plazos se extenderán. Actualmente, el escollo principal de la negociación se encuentra en el centro de negocios previsto en torno a la nueva estación de Chamartín y, más en concreto, a la superficie que debe ocupar.