La declaración de Carles Puigdemont generó ayer división de opiniones. Para algunos es una señal de que hay voluntad de negociar y aparcar la independencia. Para otros no es más que un preludio de la tensión que está por llegar. Donde no genera divisiones es en la banca de inversión: "El peor escenario es una declaración de independencia en diferido, que se alargue durante meses", señalaba hace unos días el responsable de un banco internacional.
En las últimas dos semanas se han paralizado operaciones corporativas y hay grandes inversores que han puesto en stand by las compras previstas en España a la espera de lo que pase en Cataluña. Así ocurre por ejemplo con la venta de la inmobiliaria de BBVA, Anida, a Cerberus. Fuentes financieras señalan que hay fondos que han cerrado adquisiciones inmobiliarias en Barcelona en los últimos meses "dándose cabezazos contra la pared".
Dos de las operaciones que también se la juegan durante este periodo de inestabilidad en España son las de Aedas, que tiene una salida a bolsa en marcha, prevista para el 20 de octubre; y Liberbank, que ya ha aprobado una ampliación de capital de 500 millones que espera tener lista dentro de un mes.
El escenario de una extensión del enfrentamiento también asusta a las grandes empresas, que han empezado a incorporar a sus previsiones de negocio una posible desaceleración del PIB con motivo de la crisis en Cataluña. Temen una caída del consumo y de las inversiones internacionales, que resten entre medio punto y un punto del Producto Interior Bruto (PIB) entre 2017 y 2018.
Barcelona Meeting Point
La tensión continuada también afecta al sector financiero, en especial al catalán. A pesar del traslado de sede de CaixaBank y Banco Sabadell, en los últimos días sigue habiendo tensión en las oficinas, según fuentes financieras consultadas por este medio. Principalmente en las sucursales situadas en Cataluña, ante el miedo de los clientes a verse atrapados en una crisis en la comunidad. Por ello, trasvasan el dinero dentro de la misma entidad a oficinas situadas en otras provincias.
Otro de los efectos secundarios que puede tener el discurso de Puigdemont es la cancelación del Barcelona Meeting Point, la feria inmobiliaria prevista para la próxima semana. Desde la organización descartan esta posibilidad por completo, aunque desde varios patrocinadores consultados por este medio señalan que si hay tensión (principalmente en la calle) se plantearán su participación.
Las oficinas de la banca en Cataluña siguen atendiendo a clientes nerviosos que quieren trasvasar el dinero fuera de la región
Esta feria, que se celebra en el Recinto Ferial de Montjuïc, cuenta con la participación de 320 empresas de 16 países. A ella acuden los principales inversores e inmobiliarias españoles e internacionales. Entre su patrocinadores destacan CaixaBank, Neinor, Anticipa, Iberdrola, Engels&Völkers, API, Fotocasa y Merlin.
El principal temor es, de esta forma, que tras el giro de Puigdemont aumente la tensión en la calle. Tampoco ayuda, añaden fuentes financieras, el mensaje enviado por el presidente de la Generalitat al Ibex 35: "A las empresas y actores económicos les pido que sigan generando riqueza y que no asusten a la población".