Repsol despidió el año pasado a 88 empleados por incumplimientos del código interno que vela por la conducta ética de sus empleados y vigila aspectos como las relaciones de los trabajadores de la petrolera con proveedores, clientes y administraciones públicas.
Esos 88 despidos suponen la cifra más alta desde que, en 2009, la compañía empezó a publicar de manera voluntaria este dato (la mayoría de empresas españolas no lo hacen), y supera las 81 extinciones de contrato relacionadas con esos incumplimientos del ejercicio 2011. El repunte es llamativo si se tiene en cuenta que, tras la expropiación de YPF, la plantilla de Repsol se había reducido al cierre del ejercicio 2012 en 15.098 empleados con respecto a la de un año antes.
El récord en esta materia lo ostenta, no obstante, Telefónica, que en 2010 reveló el despido, dos años antes, de 358 empleados del área de Atención al Cliente y Ventas de la británica O2, entonces recién adquirida, por lo que la denominada Global Reporting Initiative (una iniciativa auspiciada por la ONU que desde 2002 trata de promover la transparencia y los principios éticos de las empresas), define como medidas adoptadas en respuesta a "incidentes de corrupción".
En su último informe de Responsabilidad Corporativa, Repsol explica que en 2012 se produjeron 1.423 sanciones a empleados "relacionadas con incumplimientos de la Norma de Ética y Conducta” de la compañía, cuya observancia es obligatoria para todos los consejeros, directivos y empleados de Repsol.
De esa cifra, 1.335 sanciones se quedaron en amonestaciones y 88 tuvieron como resultado el despido de los infractores. Es el tercer incremento consecutivo. En 2011, la empresa declaró 81 despidos; en 2010, 25; y en 2009, un total de 38.
De las sanciones en España, 52 estuvieron relacionadas con faltas contra los bienes de la compañía
La mayoría de los despidos de 2012 se concentraron en España, donde la empresa contabilizó 91 sanciones por incumplimiento de su código ético. “Dentro de éstas, seis han sido por faltas contra los clientes, 52 contra los bienes de la compañía, 11 contra la seguridad y 22 por otro tipo de incumplimientos”.
El segundo país con más despidos es Perú, con 27, y un total de 1.302 sanciones, por el alto número de amonestaciones, 1.275. Del total de sanciones, “19 han sido por faltas contra los bienes de la compañía, 14 por faltas contra la seguridad, tres contra los clientes, 813 por incumplimiento de procedimientos, 397 por falta de cooperación y dedicación durante la jornada laboral y 32 por otros motivos”.
En Portugal “hubo 13 sanciones: tres despidos y 10 amonestaciones. De estas, cuatro por faltas contra los clientes, cuatro contra los bienes de la compañía, dos contra la seguridad y tres por otros incumplimientos”. En Estados Unidos hubo cuatro despidos (la petrolera no proporciona más datos) y dos amonestaciones; y en Brasil, dos despidos, que se debieron “a una falta contra los clientes y a otra en la categoría otros incumplimientos”.
La Norma de Ética y Conducta de Repsol fue aprobada por el consejo de administración de la compañía en noviembre de 2003 y, desde entonces, se ha modificado tres veces: una en abril de 2006 y otras dos en el año pasado (en julio y en diciembre).
Tiene por objeto "establecer las pautas generales que deben regir la conducta de Repsol y de todos sus empleados en el cumplimiento de sus funciones y en sus relaciones comerciales y profesionales, actuando de acuerdo con las leyes de cada país y respetando los principios éticos de sus respectivas culturas".
El código prohíbe las donaciones a partidos políticos, el favoritismo en la selección de contratistas y la competencia desleal
El código se basa en cinco valores fundamentales: "integridad, responsabilidad, transparencia, flexibilidad e innovación", y contiene medidas para prevenir, entre otras materias, el blanqueo de capitales, la corrupción y los conflictos de intereses de todos los empleados de Repsol.
Estos, según el código, “deberán actuar con honradez e integridad en todos sus contactos o transacciones con las autoridades y empleados de los gobiernos y administraciones", “no realizarán actuaciones desleales ni publicidad ilícita de la actividad de sus negocios, ni de la de sus competidores o terceros, y evitarán toda conducta que constituya o pueda constituir un abuso o restricción ilícita de la competencia".
"La obtención de información de terceros, incluyendo información de la competencia, se realizará inexcusablemente de forma legal". Y “los procesos de selección de proveedores, contratistas y empresas colaboradoras de Repsol se desarrollarán con imparcialidad y objetividad, para lo que sus empleados deberán aplicar criterios de calidad y coste en dichos procesos, evitando cualquier conflicto de interés o favoritismo en su selección".
El código también prohíbe donar fondos “a ningún partido político o a favor de sus representantes” y establece que las donaciones deberán "contar con las autorizaciones internas y, en su caso, externas, que sean precisas".
Dichas donaciones deberán ser otorgadas "con arreglo a criterios objetivos relacionados con las actividades de la compañía, a entidades de reconocido prestigio y solvencia moral, que cuenten con la estructura organizativa apropiada para garantizar la buena administración de los recursos"; y quedar fielmente reflejadas en los registros y libros contables de la compañía y no ser utilizadas "como medio para encubrir un pago indebido o soborno".