El principio de acuerdo al que han llegado la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr, depende ahora de la aprobación de Zurich American, la aseguradora del contrato, que deberá liberar la fianza de 400 millones de euros que tiene en su poder.
“La inyección de este dinero para poder terminar la ampliación del Canal es importante. Sin ella, el acuerdo al que hemos llegado las partes se cae”. Con estas palabras aclaró la situación el administrador principal del Canal, Jorge Quijano, a los miembros de la Asamblea del país centroamericano, en el transcurso de una comparecencia prevista desde la semana pasada, cuando la ACP y GUPC escenificaron lo que parecía una ruptura definitiva de las negociaciones.
Quijano matizó que los acuerdos alcanzados necesitan una rúbrica por escrito y, además contar con la aprobación de Zurich, un extremo en el que se mostró optimista.
No obstante, Quijano también apuntó que, sea cual sea la resolución final del problema, la ampliación del Canal de Panamá no estará lista hasta finales del 2015. Hasta ahora, el cronograma ya revisado contemplaba que la obra sería entregada a finales de junio del próximo año.
Sin embargo, la paralización de los trabajos desde la anterior semana y la ralentización de los mismos desde que los problemas de liquidez comenzaron a acuciar al consorcio han hecho que sea necesaria la revisión de las fechas.
Antes de comparecer en el Parlamento, Quijano se reunió con los miembros de la Cámara de Comercio, a los que trasladó el nuevo retraso que sufriría la obra.