El tiempo para negociar sobre el conflicto de los sobrecostes del Canal, que afectan al consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por Sacyr, se agota sin que se atisbe una solución. Y será difícil encontrarla toda vez que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) tiene tomada la decisión de asumir lo que resta de la obra, por lo que, de no mediar una gran sorpresa, procederá a concluirla, probablemente con la ayuda de una empresa que coordine la actuación de los subcontratados.
La ACP tenía de hecho que empezar a trabajar en este sentido este lunes, siempre y cuando GUPC hubiera procedido a paralizar las obras de ampliación del Canal, como había anunciado con el preaviso que remitió el pasado 30 de diciembre. Sin embargo, el consorcio no ha detenido los trabajos y ahora la ACP examina otros aspectos que conduzcan a una futura rescisión del contrato.
Uno de ellos sería la supuesta ralentización del ritmo de las obras, una acusación que la ACP viene haciendo al consorcio desde hace unos días, concretamente desde que GUPC remitió el citado preaviso. De hecho, fuentes de la autoridad canalera manifestaron a la prensa local que la disminución continuada del ritmo de las obras sería un motivo válido para rescindir el contrato.
Apenas unas horas después de que la Comisión Europea asumiera un papel de mediador en el conflicto, la ACP rechazó la citada mediación cuando ni siquiera se había hecho público su contenido, que es básicamente financiero.
“La presencia de terceros no está contemplada en el contrato”, asegura la autoridad canalera.
Propuesta de cofinanciación
De nada han servido las aclaraciones del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, quien precisaba desde Bruselas que la mediación de la Comisión Europea consistía básicamente en la búsqueda de un apoyo financiero para el consorcio, compuesto mayoritariamente por empresas europeas (la española Sacyr, la italiana Impregilo y la belga Jan de Nul).
A raíz de la mediación de la Comisión Europea, que encabeza el vicepresidente del Ejecutivo comunitario y comisario de Industria, Antonio Tajani, el consorcio GUPC ha reiterado su propuesta a la ACP consistente en la financiación conjunta de los sobrecostes, valorados en 1.600 millones de dólares, para seguir adelante con la obra, a la espera que se las instancias que contempla el contrato para dirimir las reclamaciones den su veredicto final.
La actitud de la ACP de rechazar por sistema cualquier propuesta del consorcio, incrementa las sospechas de que la autoridad canalera tenga tomada la medida de prescindir de GUPC y contratar a una empresa para que coordinara los trabajos de los subcontratados, toda vez que la obra se encuentra en su recta final, con aproximadamente un 30% restante.
En este sentido, la sombra de la estadounidense Bechtel, que ya se ha ofrecido para cumplir con este papel, es más que alargada.
A pesar de que el consorcio sostiene que continuar con el contrato es la única opción que garantiza el cumplimiento de calendario previsto y la finalización de los trabajos a mediados de 2015, la ACP sigue dando por no recibida propuesta alguna de GUPC e insiste en que toda medida que está fuera del contrato no es válida. Un muro de piedra que da mucho que pensar.