El ministro de Economía y hombre fuerte de la presidenta Kirchner, Axel Kicillof, ha querido informar de primera mano al Gobierno español de cómo evolucionan las negociaciones con Repsol para fijar los detalles de la compensación por YPF y de que no habrá garantías adicionales para la petrolera española más allá del valor en sí de los bonos soberanos del país austral.
Así se lo hizo saber Kicillof al ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, a principios de este mes de enero, a través de una llamada telefónica, en la que dejó claro que Repsol tendrá que aceptar como garantía del cobro de los 5.000 millones de dólares (3.700 millones de euros) el aval del propio Estado argentino como emisor de estos títulos de deuda.
Según confirman a Vozpópuli fuentes conocedoras de la llamada, el 'número dos' del Gobierno Kirchner informó a Soria de que Argentina no tiene previsto avalar "con las reservas del Banco Central" los bonos con los que se pagará a Repsol, tal y como se había planteando por parte del equipo negociador de la petrolera española en alguno de los encuentros celebrados en Buenos Aires en las pasadas semanas.
Sin embargo, el Gobierno Kirchner sí que parece dispuesto a permitir que el CIADI (organismo de arbitraje internacional del Banco Mundial) vele por el cumplimiento del acuerdo en los próximos años.
El ministro de Economía argentino considera que su interlocutor es Soria, dado que los dos sacaron adelante el acuerdo del 25 de noviembre que puso fin al conflicto político provocado por la expropiación de YPF
Pero garantías económicas o avales adicionales no serán aportados por el Estado argentino, que considera suficiente el propio marchamo del Tesoro del país, según dijo Kicillof a Soria. Fueron ellos dos los más altos representantes de los gobiernos argentino y español en la firma del "acuerdo político" alcanzado el pasado 25 de noviembre en Buenos Aires, que ponía fin al conflicto provocado en abril de 2012 por la expropiación del 51% de YPF a la petrolera española.
Por eso Kicillof considera que su interlocutor en este proceso para los temas más importantes es Soria, al que ha querido informar de forma directa para que no haya sorpresas, señalan estas fuentes.
Hasta ahora, poco ha trascendido de los avances en las negociaciones de los dos equipos negociadores y sus asesores (Deutsche Bank y Uría y Menéndez por parte de Repsol). Argentina pagará a Repsol los 5.000 millones de dólares en bonos a 10 años con una rentabilidad que podría llegar hasta el 8,75%.
Repsol ha intentado que parte de la compensación por la expropiación pueda ser cobrada en 'cash' o en otro tipo de activos tangibles, pero a esto también se habría opuesto el Gobierno Kirchner.
Kicillof dejó claro a Soria en la llamada de principios de enero que el Banco Central argentino no dará avales adicionales a la emisión de deuda del Tesoro del país
El temor de la compañía presidida por Antonio Brufau es que circunstancias adversas en la economía argentina impidan en los próximos años el cobro tanto del principal como de las rentabilidades fijadas para la emisión de deuda soberana. "El fantasma del default o del impago planea permanentemente sobre la mesa negociadora", señala una fuente.
Además, la deuda soberana del país austral está muy penalizada en los mercados internacionales, con descuentos que van del 50% al 70% en el caso de que Repsol quiera hacer líquidos esos títulos.
El tira y afloja en las negociaciones sobre posibles garantías adicionales ha sido el principal escollo entre los dos equipos negociadores. Según las fuentes consultadas, los contactos comenzaron muy bien en diciembre, lo que despertó esperanzas en las dos partes de alcanzar un acuerdo en las primeras semanas de enero.
Desde que hace mes y medio comenzaron los encuentros entre las dos partes, el fantasma del default o el impago siempre ha planeado sobre la mesa negociadora
Pero ahora las negociaciones están encalladas porque la Casa Rosada no da su brazo a torcer en la concesión de nuevos avales, destacan estas fuentes, que reconocen que las dos partes están ahora intentando desbloquear el parón para tratar de alcanzar un acuerdo en el mes de febrero.
En lo que sí ha habido avances es en la parte jurídica del acuerdo. Se ha allanado el terreno para que tanto el Gobierno argentino e YPF, por un lado, como Repsol, por el otro, desistan de sus demandas nacionales e internacionales.
Fuentes oficiales de la petrolera española no entraron a valorar el estado actual de las negociaciones con Argentina.