Banco Popular llevó a cabo contactos con Santander, Caixabank y Sabadell para sondear sendas posibles fusiones. Diversas fuentes financieras han asegurado a Vozpópuli que los encuentros, si bien no llegaron a fructificar en negociaciones formales, tuvieron lugar durante los últimos meses, a instancia de la familia Del Valle, cuyo grupo financiero (BX+) es uno de los accionistas principales de la entidad presidida por Ángel Ron. El objetivo de este accionista era buscar una alternativa a la ampliación de capital de 2.500 millones de euros anunciada este jueves por el banco.
"Nunca hubo una negociación como tal, porque era de lejos la entidad con unas mayores necesidades de capital, y nos llevaría por delante"
"Nunca hubo una negociación como tal, porque era de lejos la entidad con unas mayores necesidades de capital, y nos llevaría por delante", señala una fuente de uno de los bancos participantes en estos contactos. Del Valle quería con este movimiento evitar acudir de nuevo a una ampliación sin poder despejar todas las incógnitas que rodean a Banco Popular. La ausencia de un acuerdo descartó no obstante la opción de una posible integración y empujó a los responsables de la entidad a apelar al mercado para sanear sus carteras del ladrillo.
Los presidentes de Banco Popular (Ángel Ron) y Banco Sabadell (Josep Oliu) se reunieron en diversas ocasiones durante los últimos meses con la intención de sondear una hipotética fusión entre ambas entidades. Estos encuentros, adelantados este jueves por Expansión, no habrían sido los únicos, según ha podido saber este diario. "Hace tres semanas que conocemos que hubo contactos también con Caixabank y Santander, buscando soluciones alternativas a la ampliación a pelo", señala un directivo de entidad bancaria conocedor de estos encuentros.
Aunque tanto Santander como Caixabank han desmentido haber negociado ningún proceso de fusión con Popular, diversas fuentes financieras han confirmado los contactos iniciales. "En el caso de Caixabank es conocido que la entidad hace años que ha querido e intentado quedarse con Popular", señala un directivo conocedor de los movimientos. Desde la entidad catalana, por su parte, niegan los mismos y aluden a las últimas declaraciones públicas del presidente Fainé, que desmintió cualquier negociación encaminada a fusionar ambas entidades.
Relación con el cierre de oficinas de Santander
Otra fuente del sector bancario incide en los contactos entre Santander y Popular, que habrían incluso tenido cierta relación con el anuncio por parte del banco presidido por Ana Botín de llevar a cabo un expediente de regulación de empleo que afectaría a 1.660 personas, buena parte de las mismas en servicios centrales. "El movimiento de cierre de oficinas iba un poco en el sentido de hacer sitio para poder integrar mejor a Popular. Había que hacer sitio en la bodega", explica esta fuente.
Desde Popular insisten en la intención del banco de continuar de forma independiente, e incluso se plantean adquisiciones
Fuentes próximas a Santander, sin embargo, restan credibilidad a estas informaciones relacionadas con el banco, toda vez que en su opinión hubiera tenido más lógica aplicar el ajuste de personal una vez que se hubiera llevado a cabo un hipotético proceso de fusión con otra entidad, y no antes. "Además, los hipotéticos beneficios de adquirir Popular no son nada evidentes para Santander. Otra cosa es que hay muchas complementariedades de éste con Sabadell y Caixabank, ya que tienen menores cuotas de oficinas en zonas en las que así serían muy fuertes", añaden estas mismas fuentes.
Por su parte, desde Popular insisten en la intención del banco de continuar como una entidad independiente. De hecho, durante la rueda de prensa realizada este jueves, el presidente Ángel Ron dejó entrever la posibilidad de que la entidad pudiera utilizar la ampliación de capital para contar con un colchón con el que emprender una hipotética adquisición en la futura ronda de integraciones del sector bancario español.