La compañía de servicios de reprografía Service Point está en preconcurso de acreedores, forzado por unos bancos literalmente hartos de los principales accionistas (el fondo Tvikap). Aunque la salida de esta situación es realmente complicada, hay interés por parte del fondo de inversión Springwater por hacerse con la entidad. Pero no sólo es este fondo: la multinacional The Color Company también quiere algunas filiales, especialmente la de EE UU.
Según documentación a la que ha tenido acceso Vozpópuli, la compañía británica está interesada en la filial estadounidense, mientras que en noviembre, los key shareholders (el fondo Tvikap, al frente del cual está el presidente del consejo de administración, José Manuel Arrojo, la sociedad Paosar, de Jaime Castellanos y Prader Inversiones, de Paul Veronese) realizaron una propuesta de buy back de deuda y aportación de capital para reflotar la compañía, aunque muy poco después se conoció la dimisión del consejo de Castellanos.
El preconcurso lo está tutelando Ernst & Young. La situación preconcursal ha sido forzada por el pool bancario, liderado por Lloyds y General Electric, cansados de un fondo Tvikap cuya operativa tanto en Service Point como en Amper ha resultado ser absolutamente destructiva.
Hiper apalancados
Este fondo ha logrado colocarse al frente de la gestión de ambas compañías de manera hostil, pero, entre otras cosas, su apalancamiento le ha pasado factura.
Las escasas filiales de Service Point que tienen algo de valor son las de EE UU, Reino Unido y Suecia, pero fuentes financieras indican que Color Company no quieren pujar por toda la compañía, porque “algunas filiales, entre ellas España, no valen nada”.
De esta manera, las negociaciones siguen, pero no son sencillas. Mientras la compañía pedía prudencia hace pocos días mediante Hecho Relevante, diciendo poco menos que se desoyeran las informaciones que aparezcan en medios de comunicación, muchos partes están haciendo la guerra por su cuenta.
Algunas fuentes indican que el propio consejero y ejecutivo de la compañía, Matteo Bucci, está en contactos con Goldman Sachs, para que busque compradores de la deuda bancaria.
En cualquier caso, la situación es compleja, en una compañía que vale 17 millones de euros, tiene menos de 100 millones de euros de deuda y afronta un riesgo real de liquidación.
Las fuentes consultadas indican que es complicado que prospere la oferta tanto del fondo como de Color Company, ya que los accionistas (básicamente, los responsables de Tvikap) quieren algo de dinero. Los oferentes opinan que bastante tienen con hacerse cargo con la deuda.