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La francesa SNFC acusa a Adif de obstaculizar la entrada de nuevos operadores ferroviarios

El presidente de la compañía estatal de ferrocarriles de francia considera "sospechosa" la reciente normativa que exige disponer de grandes paquetes de permisos de circulación y tener previamente certificaciones

  • Sede de Adif.

La compañía estatal francesa de ferrocarriles SNCF, que estudia la entrada en el mercado español, sospecha que las reglas que ha impuesto el gestor de infraestructuras Adif persiguen obstaculizar la llegada de nuevos operadores.

La reciente normativa que exige disponer de grandes paquetes de permisos de circulación y tener previamente certificaciones "nos parece un poco sospechosa" de la voluntad de dificultar el acceso a nuevos competidores, señaló este viernes el presidente de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), Guillaume Pepy.

En un encuentro con la prensa, Pepy reiteró esas "dudas" y lamentó que "en Europa haya muchas tentaciones para poner obstáculos", una situación que contrapuso a la de Francia, donde aseguró que la fortaleza del organismo regulador, Arafer, garantiza la igualdad de condiciones.

Reitera su interés en España

El presidente de SNFC justificó su interés por España porque es el país que tiene la mayor red de alta velocidad en Europa, que ahora está insuficientemente explotada, y negó que tenga que ver con un análisis de una situación de debilidad de Renfe.

La SNCF anunció a finales de marzo que está negociando con ILSA (formada por Acciona y Air Nostrum) y con otras empresas privadas su desembarco en la alta velocidad en España, unas conversaciones que continúan, según confirmó este viernes Pepy, que afirmó que su intención es lanzarse con esos socios.

El presidente de la compañía francesa no quiso desvelar cuáles serían las líneas que querrían explotar en España para no dar pistas a otros competidores.

Sí se esforzó en destacar que si los trenes de la SNCF operan líneas interiores de alta velocidad en España "Adif tendrá más ingresos", los pasajeros y los territorios saldrán ganando con más y mejores servicios y Renfe tampoco perderá pasajeros.

Su argumento es que la competencia no disminuye la parte del operador histórico sino que ofrece un servicio complementario que permite aumentar el tráfico, y puso el ejemplo de Italia, donde se ha duplicado.

"En España -dijo-, lo más probable es que Renfe conserve sus viajeros e incluso los aumente".

Trabajar con Renfe

La SNCF dispone como punto fuerte, según Pepy, de una experiencia de siete años en su oferta de trenes de bajo costo Ouigo que circulan en Francia con tasas de ocupación superiores al 90 % con un precio medio de unos 25 euros por billete y que son rentables gracias a que se ha conseguido reducir en un 50 % sus costos de funcionamiento.

Pepy aseguró que aunque sus trenes de alta velocidad (TGV) operen en líneas interiores en España, seguirán "trabajando con Renfe" como socios en las líneas internacionales que explotan en cooperación (París-Lyon-Barcelona, Toulouse-Barcelona y Marsella-Madrid).

Los ingresos de las actividades internacionales de la SNCF -que incluyen el transporte de viajeros por ferrocarril, pero también de metro, tranvía autobuses urbanos, así como la logística e ingeniería- representaban un 15 % en 2010 y suponen ahora un 35 %. Los planes de la empresa pretenden elevarlos al 50 % en el horizonte de 2023.

La liberalización del transporte de viajeros por vía férrea será un hecho a partir de 2020, fecha límite para la implementación en los estados miembros del llamado cuarto paquete ferroviario comunitario. Tanto España como Francia forman parte del extenso grupo de países que se han acogido a la prórroga prevista para abrir el mercado un año más tarde de lo inicialmente previsto, 2019.

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