Talgo sigue adelante con sus planes para convertirse en un operador del transporte de pasajeros por ferrocarril. El fabricante ha obtenido recientemente para su filial Motion Rail, creada a tal efecto, la licencia que otorga el Ministerio de Fomento para aspirar a entrar en este mercado cuando sea liberalizado, algo que difícilmente ocurrirá antes de 2020, fecha en la que la apertura será de obligado cumplimiento en todos los países de la Unión Europea.
Como avanzó Vozpópuli, Talgo creó Motion Rail a comienzos del presente ejercicio con la intención de ir preparando el terreno para llegar a ser un competidor de Renfe, que mantiene el monopolio en el sector del transporte de viajeros por ferrocarril. Apenas nueve meses después, la compañía controlada por la familia Oriol ya dispone de la correspondiente licencia, aunque aún le resta el trámite de lograr el certificado de seguridad, obligatorio para convertirse en operador ferroviario.
Un certificado que ya tienen 22 sociedades, además de Renfe Viajeros y Renfe Mercancías. Algunas de ellas ya operan precisamente en este sector, aunque con una cuota de mercado muy reducida. En el caso de Motion Rail, la licencia es únicamente para el transporte de viajeros.
Una de las empresas que ya dispone tanto de la licencia como del certificado de seguridad es Construcción y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), competidora de Talgo, que se convirtió en el primer fabricante en lograr este tipo de autorización para convertirse en operador. En este caso, la compañía con sede en Beasain cuenta con licencia tanto para el transporte de pasajeros como el de mercancías.
Tiempo para diseñar la estrategia
Fuentes próximas a Talgo optaron por no hacer comentarios acerca de la información, que aparece en la última lista actualizada de candidatos inscritos en el Registro Especial Ferroviario que publica el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif).
Por el momento, no han trascendido los planes de Talgo para este nuevo segmento de negocio, aunque todo apunta a que tendrán tiempo para desarrollar su estrategia. Tras un intento fallido durante la pasada legislatura, el Gobierno español ha optado por aguardar a que la liberalización del transporte ferroviario de pasajeros venga impuesta por la Comisión Europea, lo que sucederá a partir de 2020.
En la pasada legislatura, el Ministerio de Fomento, dirigido entonces por la actual presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, diseñó un proceso para iniciar el camino de la liberalización, consistente en la emisión de un solo título habilitante y para un único corredor de alta velocidad: Madrid-Levante. Sin embargo, los pliegos no pasaron la fase de consultas, en la que los candidatos a obtener el derecho de operar esa línea se mostraron sumamente críticos con las condiciones propuestas, especialmente el canon a abonar a Adif por el uso de las vías, al considerar que hacía muy difícil hacer rentable la inversión.
Socios en el AVE a La Meca
El actual Gobierno, conformado a finales de 2016, consideró que, dados los trámites que había que llevar a cabo para volver a poner en marcha el proceso y la cercanía del año en que entrará en vigor la obligación de abrir el mercado, lo más prudente era esperar.
Sin contar con Renfe Viajeros, son 16 las sociedades que disponen actualmente de licencia y certificado de seguridad para operar en el mercado de viajeros. Otras doce, incluida ya Motion Rail, esperan la expedición del certificado de seguridad.
Talgo es uno de los principales proveedores de Renfe, que eligió a la compañía para adquirir nuevos trenes para la red de AVE, en uno de los concursos más atractivos del sector en los últimos tiempos. Ambas empresas también son socias en el consorcio español que ultima las obras de la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina, en Arabia Saudí. A medio plazo, podrían pasar a ser también competidores.
