La Comisión Europea ha abierto una investigación en profundidad sobre la venta de O2, filial británica de la multinacional española Telefónica, al grupo hongkonés Hutchinson por 14.000 millones de euros, al temer que la operación pueda perjudicar la competencia en el mercado británico.
"A la CE le preocupa que la operación lleve a precios más altos, menos elección y una innovación reducida para los consumidores de servicios de telecomunicaciones en el Reino Unido", ha señalado el Ejecutivo comunitario en un comunicado, recogido por la agencia Efe.
La operación, cerrada en marzo entre las dos compañías por 10.250 millones de libras, unos 14.000 millones de euros, combinaría los negocios de O2 y de Three, una filial de Hutchinston, el segundo y cuarto mayor operador de redes móviles en el Reino Unido. La fusión crearía el mayor grupo de telecomunicaciones móviles en el Reino Unido, que coparía cerca del 40% del mercado y reduciría los operadores de redes móviles en el país de cuatro a tres.
Un problema detectado por Bruselas es la "mayor probabilidad" de que los operadores "aumenten los precios sustancialmente"
"Los servicios de telecomunicaciones móviles son cada vez más importantes para los consumidores, tanto para estar en contacto con su familia y amigos como para acceder a servicios en línea. Con esta investigación queremos asegurarnos de que los consumidores en el Reino Unido no paguen precios más altos o tengan menos elección", ha señalado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.
"Precios más elevados"
La investigación de mercado inicial efectuada por la CE permitió constatar varias dudas en materia de competencia. En primer lugar, O2 y Three compiten actualmente uno contra el otro en el mercado minorista de telecomunicaciones móviles en el Reino Unido, por lo que la CE teme que la operación "elimine a una fuerza competidora importante y que la entidad resultante de la fusión tenga incentivos limitados para ejercer una presión competitiva importante sobre los rivales restantes".
"Ello conllevaría a precios más elevados y menos inversión en las redes de telecomunicaciones móviles", sostiene la CE. En segundo lugar, el Ejecutivo comunitario cree que la operación reducirá el número de operadores de redes móviles que efectivamente están dispuestos a ofrecer efectivamente sus infraestructuras a los operadores móviles virtuales.
Por tanto, los operadores virtuales futuros y existentes "tendrán menos elección de redes y un poder de negociación mas débil para obtener condiciones mayoristas favorables", señala la CE.
Un tercer problema detectado por Bruselas es la "mayor probabilidad" de que los operadores de redes móviles "coordinen su comportamiento competitivo y aumenten los precios de manera sustancial en los mercados minorista y mayorista", al reducirse el número de rivales.
El Ejecutivo comunitario investigará ahora la operación en profundidad para determinar si sus preocupaciones se confirman. La CE analizará en particular cuestiones como hasta qué punto las partes son rivales estrechos, los incentivos del mercado que tendría la entidad fusionada y la potencial reacción de sus rivales. La Comisión tiene ahora 90 días laborables, es decir hasta el 16 de marzo de 2016, para tomar una decisión.