Las entidades de depósito en España cada vez lo son menos. Y es que la actual situación, con tipos del BCE en terreno negativo y márgenes de intereses próximos a mínimos, ha empujado a cada vez más entidades financieras a descartar los depósitos como parte de su catálogo de productos comerciales, tal y como ha podido comprobar Vozpópuli. Es el caso, por ejemplo, de Banco Santander. Según reconoce la propia entidad, la más grande de España, actualmente tienen "la comercialización de depósitos muy limitada".
"Estamos rechazando todas esas operaciones", señalan fuentes de Sabadell, que reconocen no comercializar depósitos por debajo de 12 meses
Tal es la renuncia de la entidad a los depositantes tradicionales que a día de hoy el mayor banco español no comercializa, salvo casos muy puntuales, ningún tipo de depósito a un plazo menor de 25 meses. "Tenemos puesto todo nuestro foco comercial para captar pasivo en la cuenta 1,2,3. Creemos que es la mejor alternativa para el cliente, ya que nos permite ofrecer una mayor rentabilidad, y al banco le conviene para lograr una mayor vinculación de sus clientes", señalan desde Santander. Es decir, que frente a unos depósitos que o bien no son a día de hoy capaces de ofrecer ningún rendimiento, la entidad presidida por Ana Botín apuesta por captar ahorros con una cuenta corriente remunerada pero condicionada a una mayor contratación de otros productos financieros (seguros, tarjetas...) por parte de la clientela.
Una estrategia similar está siguendo desde hace meses Banco Sabadell. Tal y como han señalado fuentes de la dirección del banco a este diario, la entidad no tiene ahora mismo ningún interés en captar depósitos, y menos si éstos son con plazos menores de un año. "Estamos rechazando todas esas operaciones", reconocen fuentes de la entidad, que desde hace años apuesta por otra cuenta remunerada (la Cuenta Expansión) como alternativa al depósito a plazo fijo. La estrategia es similar a la 1,2,3: mejorar la remuneración a cambio de una mayor vinculación del cliente con la entidad.
Alerta roja en los márgenes
Hace apenas unos meses, el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, reconocía públicamente que la situación del mercado de captación de pasivo estaba siendo tan complicada que no era descartable acabar cobrando por los depósitos a empresas y ciertos clientes institucionales. El ejecutivo de la entidad catalana insistió en que en ningún caso esta medida se aplicaría a la clientela común, pero sus palabras evidenciaron la extraordinaria situación que vive el sistema financiero español.
Desde mediados de 2014, el Banco Central Europeo impuso tipos negativos para la facilidad de depósito, dentro de su estrategia para inundar de liquidez los mercados financieros. Desde entonces se han seguido dando pasos para penalizar el ahorro, y estas condiciones de acceso masivo a la liquidez han rebajado los márgenes financieros (ver gráfico inferior) y los diferenciales entre el coste del pasivo y el activo. Tanto que actualmente la retribución de los depósitos está en el entorno del cero, cuando no suponen directamente un coste para los bancos.
"La sostenibilidad del margen de intereses en situaciones donde existe un diferencial de tipos tan reducido depende en buena medida de la existencia de un nivel de actividad suficientemente elevado, algo que en la actualidad no sucede. De hecho, el impacto de la actividad (efecto cantidad) también ha sido negativo en el último año, aunque de menor medida absoluta que el año anterior", señala el Banco de España en su último Informe de Estabilidad Financiera. Otra de las formas de sostener el margen, tal y como ya están haciendo las entidades, es incrementando la vinculación y obteniendo ingresos con productos y servicios de mayor rendimiento.
Esta caída continuada de los márgenes en los depósitos (no en toda la captación de pasivo) está teniendo un efecto directo en la proliferación de este instrumento de ahorro. Es uno de los tradicionales negocios de la banca, y sin embargo y a pesar de la recuperación económica se está registrando un descenso claro en su saldo vivo, tal y como muestran las cifras oficiales. "Se sigue observando un descenso en el volumen total del crédito y de los depósitos bancarios", según el Banco de España (ver gráfico inferior).
No todas las entidades financieras comparten esta estrategia comercial contraria a los depósitos. Es el caso, por ejemplo, de Bankia. Aunque obviamente mejora la rentabilidad a medida que los plazos son más largos, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri sigue apostando por los depósitos a plazo fijo. Las remuneraciones son de unos TAE de apenas unas décimas, pero la oferta comercial sigue vigente, tal y como muestra la página web del banco.