El Tribunal Regional de Frankfurt ha aplicado una medida cautelar por la cual Uber, la conocida aplicación para contratar taxis privados, deberá suspender su servicio en Alemania. La sentencia está basada en el hecho de que Uber no cuenta con los permisos pertinentes para la actividad que lleva a cabo, y por lo tanto, no puede operar en suelo alemán.
Desde este martes, Uber no podrá operar -a no ser que obtenga los permisos pertinentes, cosa a la que ya se ha opuesto el gremio taxista alemán- y si lo hace, se enfrentará a una multa por valor de 250.000 euros. Además, el tribunal entiende que no es solo la empresa la que no cumple los permisos necesarios, sino que tampoco los conductores de la misma lo hacen. El juez entiende que carecen del permiso de conformidad según la Ley de Transportes de Pasajeros alemana.
No es la primera vez que el servicio tiene problemas en Europa. El pasado julio hubo varias manifestaciones en la mayoría de capitales de Europa contra lo que el gremio taxista denomina como intrusismo laboral consentido por la UE. Según Uber, como los conductores no forman parte de la empresa y no son trabajadores de la misma, no tienen por qué pagar las multas que les pongan.
Uber tenía presencia en la mayoría de capitales de provincia alemanas, en Berlín, Colonia, Frankfurt, Munich y Dusseldorf. En España solo cuenta con presencia en Barcelona.