Los planes del holding Wanda para convertir el Edificio España, que adquirió a mediados de 2014, en un hotel de lujo con apartamentos y zona comercial se han venido abajo por las desavenencias con el Ayuntamiento de Madrid sobre cómo llevar a cabo la reforma. Sin embargo, todo apunta a que la vida del rascacielos seguirá ligada al holding del multimillonario Wang Jianlin, que no tiene prisa por deshacerse del inmueble. Wanda esperará que el mercado inmobiliario ofrezca mejores oportunidades, sin descartar que un cambio del escenario político le permita retomar el plan original.
Wang había perdido buena parte del interés por la operación antes, a la vuelta del verano
Las conversaciones entre Wanda y el Ayuntamiento de Madrid habían derivado en fuertes tensiones durante las últimas semanas aunque, en realidad, Wang había perdido buena parte del interés por la operación antes, a la vuelta del verano. El inversor chino aun confiaba tener un as en la manga con la Comunidad de Madrid que, al contrario de lo que sucedió con el Ayuntamiento, no había cambiado de color político tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo.
Sin embargo, la Dirección General de Patrimonio del gobierno regional se pronunció también a favor del mantenimiento de la fachada del Edificio España a la hora de proceder a la reforma. Una cuestión que supuso un jarro de agua fría para Wang hasta el punto de que, aunque las conversaciones entre las partes siguieron y Wanda se avino a negociar una solución que incluyera el mantenimiento de la fachada, la operación quedó herida de muerte.
El ciclo del mercado
De este modo, aunque las noticias sobre las desavenencias entre las partes y el cierre de la oficina de Wanda (ni confirmado ni desmentido por el holding chino) han salido a la luz en los últimos días, el holding lleva tiempo valorando el nuevo escenario que se le plantea: ser propietario de un edificio que no podrán reformar a su gusto para adaptarlo al uso que pretendían darle.
Una primera valoración de la situación ha llevado a Wanda a concluir que vender en estos momentos el edificio sería una decisión precipitada, sobre todo por la situación del mercado inmobiliario. El escenario en el sector del ladrillo es notablemente mejor que hace unos años, especialmente para el área patrimonialista, pero los expertos coinciden en señalar que la recuperación de los precios no ha tocado ni mucho menos techo. Así, lo más probable es que el holding obtenga mayores ingresos por la venta del inmueble dentro de unos meses e incluso años, siempre y cuando acompañen las circunstancias del ciclo económico.
La cuestión política
Pero, además, este compás de espera incluye otro factor a tener en cuenta: el político. El no tomar una decisión precipitada a la hora de desprenderse del inmueble posibilitaría a Wanda beneficiarse de un posible cambio político en el Ayuntamiento de Madrid. “Uno de los problemas para vender ahora el inmueble es que los potenciales compradores conocen las limitaciones con las que se encontrarán para transformarlo y explotarlo”, señala un consultor inmobiliario. “Si esta situación desaparece será más sencillo deshacerse del Edificio España a mejor precio o, incluso, que Wanda retome sus planes”.
La posibilidad de un cambio político en el Ayuntamiento de Madrid es contemplado como una opción remota por parte de Wanda pero que encajaría en su estrategia de esperar un mejor momento para vender el Edificio España. La inversión ascendió a 265 millones de euros, que en estos momentos serían muy difíciles de recuperar. Sin embargo, a dos años vista la situación podría ser muy diferente. Hace tiempo que Wang Jianlin supo que esta operación iba a ser muy complicada, por lo que la actitud de esperar un mejor momento no es precisamente novedosa en Wanda.