Si el gigante sueco TeliaSonera consiguiera vender Yoigo, de la que controla un 76,6%, por al menos 600 millones de euros, sus compañeros de viaje, ACS, FCC y Telvent (ex Abengoa) se darían con un canto en los dientes.
El grupo de Florentino Pérez se embolsaría 102 millones por su 17%, FCC obtendría 20,4 millones por su 3,4% y Telvent (ahora integrada en Schneider Electric), unos 19 millones por su 3%.
No es mucho si se tiene en cuenta que todos los socios que pusieron en marcha el cuarto operador móvil en el año 2000 llevan enterrados en el proyecto, de forma conjunta, más de 1.000 millones de euros, entre inyecciones de capital y préstamos participativos.
Pero visto el horizonte de pérdidas de la compañía de telefonía móvil y los apuros financieros por los que pasan los dos gigantes de la construcción y los servicios, la colocación de su participación a un buen comprador es la mejor opción.
Según las fuentes consultadas por Vozpópuli, ACS y FCC se han alineado con las intenciones de TeliaSonera de vender Yoigo. El presidente y consejero delegado del grupo sueco, Johan Dennelind, retomó a mediados de julio su plan para abandonar España “por la competencia feroz”, lo que ha provocado que Yoigo vuelva a entrar en pérdidas.
El aire fresco que se respira en el sector de la telefonía móvil gracias a la lucha entre compañías, a años luz de oligopolios como el de la electricidad, el gas o las gasolinas, ha pasado factura a Yoigo. En España “hay una fuerte tendencia a la convergencia que pone presión sobre nuestro negocio de móvil. En consecuencia, estamos revisando nuestra futura presencia en el mercado español”, dijo Dennelind al presentar los resultados del grupo.
La agresividad comercial le ha hecho superar los 4 millones de clientes pero a costa de deteriorar tanto su rentabilidad que sus dueños sólo ven una salida, la venta
En el primer semestre de 2014, su filial española redujo sus ventas un 16,3%, hasta 405 millones de euros, a pesar de que aumentó un 5,4% el número de clientes, hasta alcanzar los 4,02 millones.
Su resultado bruto de explotación (Ebitda) se hundió un 58,6%, hasta los 12,3 millones, con una fuerte caída del margen desde el 6,1% a la mitad, 3%.
Todo ello debido, esencialmente, a la erosión de los ingresos por cliente debido a la subvención de terminales y a la agresiva estrategia de captación de nuevos usuarios.
En total, desde su nacimiento, Yoigo tiene unas pérdidas netas acumuladas de más de 480 millones de euros. Así que el cartel de ‘Se vende’ vuelve a colgar de su sede, algo que ya ocurrió hace algo más de un año, cuando se especuló con un valor empresa de unos 1.000 millones de euros. Fue entonces cuando TeliaSonera rechazó las ofertas de Orange y Vodafone, por no reflejar el valor ni presente ni futuro de Yoigo.
Telia, ACS y FCC han enterrado en Yoigo más de 1.000 millones desde 2000 y el cuarto operador móvil acumula ya pérdidas netas de más de 480 millones
Pero ahora ninguno de los dos aspirantes a absorber Yoigo pagarían más del rango que va de los 600 a los 700 millones de euros, según las fuentes del sector consultadas.
Orange está, de nuevo, analizando la operación, que ahora le ponen en bandeja los dueños de Yoigo, al mismo tiempo que se aleja la otra opción que baraja el grupo galo, la compra de Jazztel. Su precio, que ronda los 2.420 millones de euros en Bolsa, sigue representando un baluarte insalvable para Orange, dicen en el entorno de la compañía.
Así que mirar Yoigo tampoco parece una mala opción, dado que la integración crearía un gigante con 15,5 millones de clientes y una cuota de mercado del 30% en móvil, muy cercana al 34% que detenta Movistar.
Eso sí, comprar el cuarto operador no supondría avanzar en el fortalecimiento de un grupo convergente, dado que Yoigo sólo aportaría cuota en móvil. Vodafone, sin embargo, que se había quedado rezagada en el mercado español, sí ha avanzado en esa senda al hacerse con un operador integrado de gran crecimiento como es ONO.