Estados Unidos es el gran suministrador de gas natural de Europa tras la invasión rusa a Ucrania. Una posición de dominio y dependencia que empieza a generar conflictos puntuales entre los productores locales y las energéticas europeas. En España, dos ejemplos de ello son Endesa y Repsol.
En el caso de Endesa, según detalla a sus inversores en su informe semestral, tiene un conflicto abierto en la actualización del precio de un contrato de aprovisionamiento a largo plazo de gas natural licuado. Una negociación que ha terminado en los tribunales, ya que la compañía productora de gas natural licuado, donde no se detalla ni el nombre ni el origen, inició en marzo de 2023 un arbitraje contra Endesa, donde solicita el pago de aproximadamente 557 millones de dólares estadounidenses.
“Este importe podría ser objeto de revisión en función de la evolución del mercado en los próximos meses y hasta la conclusión del arbitraje, el cual se espera que ocurra en el segundo semestre de 2024”, explica a sus inversores. Endesa considera que esta demanda no está suficientemente fundada.
Aunque no se detalla en el informe y Endesa ha preferido no realizar más declaraciones ante la pregunta de Vozpópuli, desde el sector apuntan a que los principales contratos de suministro de gas natural licuado de Endesa están en Estados Unidos. Uno de ellos es Texas con el Grupo Cheniere Energy, donde hay acordados el suministro de dos bcm (dos mil millones de metros cúbicos al año) para los próximos 20 años. La energética cuenta con más proveedores en otras regiones como África u Oriente Próximo.
Repsol con Venture Global
Una situación parecida a la que vive Repsol, aunque en su caso no se hace mención en su informe semestral. Tal y como informó Vozpópuli, la energética firmó en 2018 un contrato a largo plazo para el suministro de gas natural licuado (GNL) con la firma estadounidense Venture Global. Este productor alcanzaba con la compañía que lidera Josu Jon Imaz un acuerdo para poner a su servicio parte de la producción de su primera planta a partir de 2022.
La planta está operativa, hasta tal punto que Venture Global ha realizado 173 cargamentos y Repsol no ha recibido ninguno. La energética española ha pedido al Gobierno de Estados Unidos que ‘tome cartas en el asunto’. La petrolera reclamó el pasado 25 de abril a la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC) que intervenga en lo que, según la empresa, se trata de un incumplimiento del contrato. Una solicitud que ha rechazado en mayo la FERC.
Repsol insiste a la Administración que lidera Joe Biden y ha interpuesto hace unos días un recurso contra la decisión de denegar su personación en el procedimiento de construcción y puesta en marcha de la planta de Calcasieu Pass de Luisiana, la planta con la que Venture Global se comprometió a vender gas Repsol durante los próximos 20 años, con cerca de 20 millones de toneladas de gas y que está valorado en 4.000 millones de euros.
Endesa se juega otros 1.270 millones
Por último, Endesa también hace referencia en su informe al cruce de demandas que tiene con otro proveedor de gas natural licuado. La firma que dirige José Bogas tiene abierto otro arbitraje por el incumplimiento de un contrato de aprovisionamiento a largo plazo, donde tampoco se detalla ni el nombre ni el origen de esta compañía productora de gas natural licuado, aunque sí asegura que en el proceso abierto el demandado ha solicitado, en una denominada 'demanda reconvencional', un pago de aproximadamente 1.270 millones de dólares.
“Este importe podría ser objeto de revisión en función de la evolución del mercado y hasta la conclusión del arbitraje, el cual se espera que ocurra en el tercer trimestre de 2023”, comenta. La compañía considera que esta reconvención es infundada y extemporánea, y sus asesores legales externos opinan que la probabilidad de que la misma sea estimada es remota.
Unos frentes que evidencian que el descontrol del negocio del gas en 2022 ha afectado a los grandes contratos de suministro.