Repsol ha cerrado 2020 con unos números rojos de 3.289 millones de euros. La brusca caída de los precios de los hidrocarburos y el desplome de la demanda provocado por las medidas para frenar el coronavirus han castigado el negocio de la petrolera.
"El descenso de la cotización de las materias primas de referencia internacional influyó negativamente en la valoración de los inventarios de Repsol, en unas pérdidas de 978 millones de euros para el conjunto de 2020", explica Repsol en sus resultados.
"Además, ante el entorno mundial y en un ejercicio de prudencia financiera, la compañía revisó sus hipótesis de precios futuros del crudo y del gas, lo que supuso un ajuste a la baja del valor de activos de Exploración y Producción, con unos resultados negativos específicos de 2.911 millones", añade.
Por otro lado, Repsol detalla en sus cuentas un "resultado neto ajustado" de 600 millones de euros. Esta variable mide específicamente el desempeño de los negocios de la compañía, que tuvieron un resultado positivo en un entorno marcado por la crisis sanitaria global. Este comportamiento se reflejó también en un flujo de caja de las operaciones positivo para todos los negocios, y que para el conjunto del grupo alcanzó los 3.197 millones de euros.
Castigo de la actividad económica
La empresa que dirige Josu Jon Imaz detalla que el coronavirus generó un entorno de extrema dificultad para la compañía, a cuyos negocios afectó la reducción de la actividad económica y las restricciones a la movilidad, que incluyeron periodos de confinamiento en casi todo el mundo.
"La brusca caída de los precios de los hidrocarburos y el desplome de la demanda completaron un escenario de gran exigencia, ante el que Repsol se sobrepuso apoyándose en su flexibilidad, su solidez y su modelo de negocio integrado, lo que se reflejó en un resultado positivo para todos los negocios", defiende.
Repsol ha reducido durante 2020 un 28% su deuda neta, en 1.178 millones de euros, hasta situarla en 3.042 millones. La liquidez se situó en 9.195 millones de euros a 31 de diciembre, lo que cubre en 3,23 veces los vencimientos a corto plazo.
Junta el 26 de marzo
Junto con los resultados, el consejo de administración ha convocado junta general de accionistas para el próximo 26 de marzo, en la que se propondrá el abono -el próximo mes de julio- de un dividendo complementario de 0,30 euros brutos por acción con cargo a los beneficios del ejercicio 2020.
Asimismo, se someterá a los accionistas en la junta, en la que dado las condiciones excepcionales por el Covid-19 se recomienda la participación telemática, el reparto de otro dividendo, asimilable al tradicional pago a cuenta del ejercicio 2021, de 0,30 euros brutos por acción, cuya distribución se hará efectiva a lo largo del mes de enero de 2022, en la fecha en la que concrete el consejo de administración.
Además, Repsol ha acordado la puesta en marcha de un programa de recompra de acciones propias por un máximo de 40.494.510 acciones, representativas del 2,58% del capital social, aproximadamente, con el único propósito de adquirir las acciones correspondientes al 'scrip dividend' del pasado mes de enero, las cuales se amortizarán en caso de que se apruebe la reducción de capital que se propondrá a la Junta de accionistas.