Desde el pasado mes de julio, la gran mayoría de consumidores pagan un 10% de IVA en la factura de la luz frente al 21% anterior. Una medida, liderada por la ministra Teresa Ribera, que se puso en marcha para aliviar el impacto del repunte del mercado mayorista de la electricidad (pool). Un mercado que no ha dejado de subir desde entonces debido, principalmente, al repunte del precio del gas. Ribera, por su parte, no ha querido buscar un pacto con el Ministerio de Hacienda para poner el IVA a la propia factura del gas que pagan los mismos consumidores.
Las estimaciones apuntan a que un hogar con un consumo anual medio de gas natural de 9.500 kilovatios hora (kWh) para agua caliente sanitaria, cocina y calefacción reduciría en 72,25 euros su factura anual de gas si el Ejecutivo igualase esta factura a la de la luz. La reducción del 21 al 10% del IVA de esta tarifa y el ajuste del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH), como ha sucedido en la luz con el impuesto eléctrico (IEE), permitirían a los consumidores alcanzar este tipo de rebajas en tiempos de grandes costes energéticos.
Un mayor consumo medio provocaría un mayor beneficio de esta posible rebaja de la fiscalidad de la tarifa del gas. Como queda patente esta estimación basada en el comparador de precios de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC):
El gas es uno de los pocos suministros básicos de los hogares que se mantienen al tipo máximo de IVA (21%), frente a otros suministros como el agua o la electricidad que se sitúan en un 10%. Y siguen soportando en su integridad el tipo vigente del IEH (0,234 céntimos euro por kilovatio hora). El tipo actual del Impuesto Especial de Hidrocarburos para un cliente doméstico es 0,65 euros/Gigajulio o, lo que es lo mismo, 0,00234 euros/kWh. La Directiva comunitaria europea 2003/96/EC permitiría rebajar hasta un mínimo de 0,00108 euros/kWh.
Por tanto, el Gobierno reducirlo sin tener que acudir a Bruselas para obtener su visto bueno. La medida también va en línea con el conjunto de medidas para hacer frente a la situación excepcional y sus repercusiones que presentó Bruselas el 13 de octubre. Entre sus 'medidas inmediatas para proteger a los consumidores y a las empresas' se incluye "prever reducciones temporales y selectivas de los tipos impositivos para los hogares vulnerables".
El sector pide igualdad a Ribera
La Asociación Española del Gas (Sedigas), que integra a empresas como Naturgy, Iberdrola o EDP, ha reclamado desde julio esta igualdad. Los representantes del sector consideran que lo más apropiado es que el gas, que también se han visto afectada por esta coyuntura extraordinaria de precios, se beneficiase de la rebaja fiscal, tanto del IVA, como del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH), garantizando así un tratamiento justo y equilibrado respecto del otorgado a la electricidad.
Consideran que "un tratamiento fiscal no discriminatorio respecto al eléctrico" ofrecería "un equilibrio territorial" y evitaría "discriminaciones en comunidades autónomas de zonas más frías con mayor consumo energético", declaraba la asociación tras el primer real decreto para paliar el impacto de la subida del precio del gas en la factura eléctrica.
Sedigas lamenta que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico responsable de las medidas, no utilice los mismos criterios para todas las energías a la hora de proteger a los consumidores vulnerables. En concreto, la asociación se muestra disconforme con la no reducción del equipo de Ribera de la fiscalidad que afecta a los consumidores de gas y reclama un trato similar.
El gas sigue descontrolado
Mientras el sector gasista español pide igualdad a Teresa Ribera, el mercado del gas sigue muy tensionado por la confluencia de varios factores. "Principalmente, por sus características (estrecho, rígido y de complicada logística), los desequilibrios postpandémicos, la actual voracidad asiática y las bajas temperaturas", explican los analistas del Grupo Ase en su informe de este jueves.
El precio del gas ya se coloca un 460% por encima del año pasado. La cotización del Q1-22 en el mercado de referencia europeo (TTF holandés) sube cerca de un 45% en noviembre, eleva toda la curva del año 2022 un 10,2%.
Europa tiene sus almacenes de gas por debajo del 70% de su capacidad, cuando su nivel habitual en estas fechas es del 95%, y se ve obligada a competir subiendo sus ofertas de compraGrupo Ase
En el primer semestre de 2020 el precio del gas se hundió a consecuencia de la congelación de la demanda que provocó la paralización económica derivada de la pandemia. Europa aprovechó para recargar sus almacenes con gas natural licuado y redujo su aprovisionamiento por gaseoducto, que no se ha recuperado. A pesar de las declaraciones de Putin a finales de octubre, no ha aumentado el flujo ruso.
Las bajas temperaturas de final de noviembre podrían confirmar las predicciones de un inverno gélido. "En Asia, donde el invierno pasado sufrieron escasez de suministro, las grandes empresas eléctricas siguen realizando fuertes compras para garantizar el abastecimiento de energía. Europa tiene sus almacenes de gas por debajo del 70% de su capacidad, cuando su nivel habitual en estas fechas es del 95%, y se ve obligada a competir subiendo sus ofertas de compra", concluyen desde ASE.
