El director ejecutivo de Ericsson, Borje Ekholm, ha criticado la decisión de Suecia de excluir a Huawei de sus redes de telecomunicaciones 5G, con el argumento de que esta medida restringe la libre competencia y el comercio provocando, además, un retraso en el despliegue de esta nueva tecnología, según recoge el periódico británico Financial Times.
La medida a la que se refiere Borje Ekholm se concretaba en la prohibición a los operadores de telecomunicaciones en Suecia de usar productos Huawei o ZTE en sus nuevas instalaciones 5G, además de retirar sus equipos de su infraestructura existente para las funciones básicas para el 2025, alegando cuestiones de seguridad.
Según explica Financial Times, las declaraciones del director ejecutivo de Ericsson se han realizado paralelamente a la apelación por parte de Huawei contra esta prohibición que fue realizada por las autoridades suecas.
Estas apelaciones ya han tenido como resultado la paralización por parte del organismo regulador de las telecomunicaciones de Suecia de la subasta de espectro de 5G prevista para este mes.
Borje Ekholm ha afirmado que es "importante que se revisen ese tipo de decisiones" y ha añadido que Ericsson y Suecia se basan en el libre comercio. Desde su perspectiva, “es importante que tengamos mercados abiertos y libre competencia", al igual que destaca que las redes móviles son una cuestión de seguridad nacional y que "cada vez lo serán más".
Ericsson y la compañía finlandesa Nokia son los mayores competidores de Huawei. Sin embargo, tal como apunta el diario británico, el grupo sueco tiene un negocio relativamente grande en China. Por esta razón, algunos analistas han sugerido que podría tratar de protegerlo, negándose a alinearse con Estocolmo. En este sentido, Ekholm ha señalado que, si bien Ericsson compite "intensamente" con Huawei, también colaboraba con ellos en la creación de los estándares del sector. Igualmente, Borje Ekholm ha argumentado que el enfoque político en Europa debería ser el despliegue de 5G lo más rápido posible. Desde su punto de vista, “ralentizar el despliegue de 5G es un riesgo para la economía. Europa corre el riesgo de quedarse atrás otra vez".