El automóvil en España, y sobre todo el coche eléctrico, sufre el gran olvido del Gobierno, que no ha llevado a cabo ninguna de las muchas propuestas llegadas del sector; y que en este año electoral difícilmente se llevarán a cabo. Revisión de la fiscalidad, modificar o agilizar el funcionamiento del Moves son algunas de las muchas propuestas que el Gobierno sigue sin atender.
Las cifras hablan por sí solas, y España se aleja cada vez más del resto de Europa. Y es que tanto la penetración del coche eléctrico en el mercado como las infraestructuras de recarga no han cumplido ni de lejos los objetivos en 2022 y, en un año electoral como es este 2023, todo apunta a que el coche eléctrico en particular y la industria del automóvil en general seguirán en el olvido de un Gobierno que habla mucho pero no actúa.
Hasta las propias ayudas del Perte VEC han supuesto un verdadero despropósito en su ejecución con más de 2.000 millones de euros sin asignar y trabajando a contrarreloj para diseñar una segunda edición que permita simplificar y agilizar la asignación de unos fondos de los que dependen buena parte de nuestra industria, pendiente en los próximos meses en la asignación o no de nuevos modelos para las fábricas. Y es que los planes de la industria del automóvil funcionan a muy largo plazo, y necesitan conocer con mucho tiempo las posibles ayudas para ejecutar luego las inversiones.
Con la transición al coche eléctrico, las inversiones en las plantas son millonarias, pero para hacerlas deben tener asegurada la producción de nuevos modelos a medio plazo, y entran en juego muchas variables, las posibles subvenciones entre ellas.
Es un hecho que tras el frenazo de la pandemia el sector del automóvil en España no levanta cabeza, y aunque la caída de producción se contempla como algo no demasiado preocupante de momento al hacerlo de una forma no muy diferente a otros países de la Unión Europea, la pérdida de volumen de matriculaciones interna sí que está muy por encima del resto de Europa.
Una caída de las matriculaciones superior al 35% el año pasado respecto al ejercicio 2019 previo a la pandemia, y que aunque se contemplaba un 2020 de claro retroceso no se esperaba un 2021 y 2022 con unos niveles de ventas que no se veían desde hace décadas. Y todo ello coincidiendo con la llegada del coche eléctrico, que con precios muy por encima de los de combustión y unas ayudas en la práctica inexistentes por su mal funcionamiento están contrayendo un mercado que debiera superar de largo el millón de unidades.
Y es que en apenas tres años, se han dejado de vender más de un millón de coches nuevos que, con la subida de precios sufrida el último año, la falta de ayudas a la compra y la indecisión por todo lo que supone el coche eléctrico tampoco parece que este 2023 vaya a suponer un fuerte impulso al sector.
Medidas urgentes
Por todo ello, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ha presentado la Hoja de Ruta 2023-25, a cargo del presidente de la asociación, Wayne Griffiths, y el director general, José López-Tafall. Un conjunto de medidas con carácter urgente que se deberían desarrollar entre 2023 y 2025, sin las cuales no se lograrán ni los objetivos de reducción de emisiones ni se garantizará el futuro industrial de la automoción española.
La patronal del automóvil ha alertado de la compleja situación que atraviesa el sector de la automoción con la reducción de las matriculaciones y de la producción, con un 2022 que ha sido un año muy difícil para el sector del automóvil en España y que supone tres años consecutivos con datos de producción y mercado muy por debajo de lo previsto.
“Esta situación es muy negativa, y el sector no puede continuar de esta manera. España no puede perder 2023. No podemos dejar pasar el año sin tomar decisiones ambiciosas, y necesitamos que todos los actores del ecosistema de la movilidad trabajen juntos en la misma dirección: recuperar el mercado e impulsar la electrificación de la movilidad, pero contando con la industria”, señalaba Wayne Griffiths, presidente de Anfac.
Griffiths ha recordado que la automoción genera el 10% del PIB nacional y da empleo en toda la cadena de valor a cerca de dos millones de personas. Por ello, ha señalado la preocupación del sector en su conjunto y la necesidad de actuar de inmediato, “En los últimos tres años hemos perdido la venta de un millón de turismos nuevos. Son datos muy preocupantes y que ponen en peligro nuestro futuro como industria y país líder en Europa”.
Durante 2022, el mercado nacional alcanzó las 78.239 unidades de turismos electrificados (eléctricos + híbridos enchufables) vendidos, una cifra que se sitúa muy lejos del objetivo de 120.000 turismos necesarios para lograr el objetivo de reducción de emisiones exigido. Y todo ello con un nivel de infraestructuras de recarga de apenas 16.000 puntos, muy alejados de los 45.000 previstos.
En cuanto a las medidas que Anfac propone en esta Hoja de Ruta 2023-2025 son en apariencia sencillas, prácticas, fáciles de implementar y, sobre todo, son medidas que ya están funcionando en otros países, socios de la Unión Europea, comprometidos como España y como el sector de la automoción con cumplir los objetivos de descarbonización marcados por Bruselas. Pero también son cada vez más urgentes.
Para elevar las ventas de vehículos electrificados es necesario actuar sobre las ayudas públicas a la compra. “El actual Moves en España no es suficiente. En todos los países si compras un vehículo electrificado la subvención se descuenta directamente en el precio de la compra. Esto no ocurre en España. También aquí son precisos cambios profundos, el retraso que llevamos acumulado hace que no valgan medidas solo parciales”, explicó el director general, José López-Tafall.
Además de las ayudas directas a la compra, es necesario un cambio en la fiscalidad. “Agradecemos la reducción en la amortización para las empresas que compren vehículos electrificados. Pero necesitamos mejoras en IVA, en impuesto de sociedades, en IRPF. Hay que actuar ya en 2023, y seguir hasta 2025”, dijo López-Tafall.
El presidente, Wayne Griffiths, insistió en que: “No podemos perder 2023. Hemos de planificar juntos los tres años clave que nos esperan: 2023 a 2025. Un mercado por debajo del millón de unidades y con menos del 10% de ventas de vehículos electrificados es incompatible con ser un 'hub' industrial de electrificación. Nuestro liderazgo en el sector de automoción europeo está seriamente en peligro si no actuamos ya”.