Comencemos por definir que son las Blue Chips. Son empresas reconocidas a nivel mundial debido a su fortaleza financiera y por ser una empresa bien establecida. Generalmente vende productos y servicios de alta calidad y ampliamente aceptados, con marcas de renombre que se han construido y mantenido por años. Empresas que han logrado capear una serie de ciclos o recesiones económicas y por tanto son empresas que aportan una cierta estabilidad en una cartera de inversiones.
El término fue utilizado por primera vez en 1923 por Oliver Gingold, empleado de Dow Jones, y que describía acciones que cotizaban a 200 dólares o más por acción. Hacía referencia a las fichas del póker de color azul, blanco y rojo, siendo las fichas azules las de mayor valor.
Por lo general, una acción blue chip es un componente de los índices de mayor reputación, como en S&P, el Dow Jones, el FTSE o el Nasdaq. Sin embargo, en cuanto al tamaño de la empresa para calificar como como blue chip está en debate, aunque el mercado toma como referencia una capitalización de 10 mil millones de dólares, aunque realmente los líderes del mercado o del sector pueden ser empresas de cualquier tamaño. Entre las principales características de estas compañías destacan:
- Tienen una larga historia de operaciones comerciales estables y exitosas
- Han demostrado su valía resistiendo los altibajos económicos
- Son enormes y colosales en términos del tamaño y la rentabilidad de sus negocios
- Ganan dinero por sí mismos
- Compensan generosamente a sus accionistas con pagos regulares de dividendos y revalorización constante del capital
- Tienen una alta cuota de mercad en su categoría o industria
- Fuerte valor de marca
Entre algunos ejemplos de empresas Blue Chips podríamos nombrar las siguientes empresas multinacionales, con operaciones exitosas durante años y líderes dominantes de su industria:
- Europa: LVMH, SAP, L’Oreal, ASML Holding, Unilever, Sanofi, Linde, Telefónica, Siemens, Anheurser-Bush InBev and Total
- América: Apple, Berkshire Hathaway, Coca-Cola, Procter & Gamble, AT&T, Walt Disney
- Asia: Tata, Infosys, DBS Group, Reliance Industries, Singtel
¿Por qué invertir en Blue Chips?
Invertir en estas empresas suele ser una de las opciones más seguras para los inversores más conservadores debido a la posición dominante de este tipo de empresas en sus respectivos mercados, además de por su sólida situación financiera. Además tienen un largo historial de pago de dividendos a los inversores, muy apreciado por aquellos que buscan rentas recurrentes y especialmente en momentos como los actuales.
Es por ello que estas acciones son muy atractivas tanto para pequeños, medianos y grandes inversores por igual, aunque cabe aclarar que no por ser Blue Chips sean compañías inmunes a los ciclos económicos, sino que tienen mayor músculo financiero y de gestión que las hacer más resilientes.
ETFs para invertir en Blue Chips
- iShares Core Euro Stoxx 50 UCITS ETF: un ETF que busca replicar el Dow Jones Euro Stoxx 50, un índice que sigue a las blue chips en los mercados de capital de los Estados miembros de la UE que se encuentran en la zona euro, compuesto por 50 acciones que se negocian al menos en una bolsa de valores nacionales. Sus principales posiciones incluyen a ASML Holdings y LVMH Moet, ambas con una ponderación superior al 7%.Tiene una fuerte exposición al sector de Tecnología y consumo cíclico, y menor peso en servicios públicos e inmobiliario.
La rentabilidad en lo que va del año es del 16,34% y a pesar de la fuerte caída de los mercados en 2022, este ETF cayó menos del 10%. La rentabilidad media a 3 años es del 19,51% con una volatilidad del 19,7% y un sharpe de 0,92. Morningstar le otorga la máxima calificación de 5 estrellas:
- Invesco EURO STOXX 50 UCITS ETF: también sigue al índice Euro Stoxx 50. En este caso, obtiene 4 estrellas de Morningstar. Este ETF tiene una orientación al sector de consumo cíclico, con un peso cercano al 18,6%, así como a servicios financieros del 17,5%. Su posición es en TRS Euro Stoxx 50 NR. La rentabilidad alcanzada por este ETF es del 15,77%, menos de un punto porcentual de diferencia con la del anterior, habiendo caída también ligeramente menos en 2022 a pesar de tener una volatilidad ligeramente mayor 19,62% y una rentabilidad media a 3 años del 19,28%.
- Vanguard FTSE 100 ETF: sigue al índice FTSE 100, con exposición a algunas de las compañías más grandes cotizadas en Reino Unido y que son compañías muy reconocidas en el mundo como AstraZeneca, Shell, o Unilever. Tiene una fuerte ponderación hacia sectores como consumo defensivo, servicios financieros y salud que representa casi el 50% de los activos. La rentabilidad de este ETF ha ido bien, especialmente tras la pandemia, con un alza del 12% y del 10% en el cuarto trimestre del 2020 y primer trimestre del 2021. En lo que va del año alcanza una rentabilidad del 7,06%, aunque la media de los últimos 3 aos es del 14,63%, con una volatilidad del 14,3%. Morningstar le otorga 4 estrellas:
- SPDR S&P 500 ETF: yendo al otro lado del Atlántico tenemos este ETF que invierte en algunas de las empresas más grandes de los EE.UU., con al menos una cuarta parte del ETF orientado hacia la industria tecnológica. Entre sus principales participaciones destacan Apple, Microsoft, Amazon y NVIDIA. Desde su inicio en 2012, el precio del ETF se ha subido cerca de un 400%, aunque este año solo lleve un 5,68%, aunque la rentabilidad media a 3 años es del 14,77% con una volatilidad mucho menor que los anteriores, del 14,63% y Sharpe de 0,95. Es otro 5 estrellas de Morningstar y en tamaño de activos supera con creces a los anteriores, alcanzando un patrimonio cercano a los 5.000 millones de dólares.