El pánico ha teñido de rojo las plazas bursátiles internacionales y los expertos ya han encontrado un claro culpable de las caídas: la inacción de los gobiernos europeos y del Banco Central Europeo (BCE), que han permanecido impasibles ante la amenaza que supone la epidemia de coronavirus para la economía.
No es que estuviera llamando a la puerta de Europa, apuntan, sino que estaba ya dentro, en Italia. Una vez más, la Reserva Federal de Estados Unidos ha sido pionera en la toma de decisiones con una inesperada bajada de 50 puntos básicos en los tipos de interés hasta un rango objetivo de entre el 1% y el 1,25%, que no se veía desde diciembre de 2008.
El BCE todavía no ha movido ficha, aunque se da por descontado que en la reunión de este jueves aprobará alguna medida para calmar a los mercados. Los gobiernos tampoco han reaccionado hasta esta semana.
"No ha habido una respuesta común y adecuada por parte de los Gobiernos y bancos centrales. En Europa no se han dado cuenta de que tenían que gestionar el miedo y tomar medidas económicas como abrir lineas de crédito para las pymes y un plan coordinado de estímulo fiscal", explica Víctor Alvargonzález, fundador de la firma de asesoramiento financiero Nextep Finance, en declaraciones a Vozpópuli.
Él y otros expertos en mercados financieros consultados por este medio confían en que ahora Europa tome las medidas, aunque sea "tarde y mal", dicen, lo que servirá para acabar con las caídas en los mercados.
Primeras medidas unilaterales
La Comisión Europea ya ha abierto la veda a que los países aprueben paquetes de estímulo -ya sea reduciendo impuestos o aumentando el gasto público-, al prometer a Italia que esos desajustes respecto al presupuesto inicial no computarán en su déficit público ni pondrá en riesgo su cumplimiento de las reglas fiscales.
Alemania, uno de los países con más artillería fiscal, ha anunciado este lunes que invertirá 12.400 millones de euros más en los próximos cuatro años, facilitará la reducción de jornada (con garantía de empleo) y articulará un fondo de liquidez como primeras medidas de choque contra la epidemia del COVID-19. La medida se ha conocido después de que la bolsa de Fráncfort cerrara con una caída del 6,79%.
Francia, por su parte, ha anunciado que el próximo de 16 de marzo propondrá "una serie de medidas fiscales y presupuestarias que permitan definir un plan de impulso económico coordinado y masivo que nos permita volver a poner en marcha la maquinaria económica el día después de la crisis".
En España, distintos portavoces del Gobierno han avanzado que en la reunión del Consejo de Ministros de este martes se aprobarán medidas para paliar el impacto económico de la epidemia, por ejemplo, estímulos para las pymes.
Los analistas piden medidas
"Creemos que es fundamental que la política responda, para evitar un fuerte golpe a la confianza que podría generar riesgos de recesión. Hemos visto algunos indicios tempranos de ello, aunque la respuesta todavía no es en absoluto exhaustiva a nivel mundial. Dada la fuerte corrección del mercado que se ha producido este lunes, es mucho más probable que los responsables de las políticas respondan de forma más agresiva", reivindican los analistas de Lombard Odier.
Patrik Lang, responsable de estrategia de renta variable global de Julius Baer, explica que "para los mercados financieros, la duración y las medidas para contrarrestar la disrupción serán claves. Serán necesarias más medidas financieras como gasto fiscal, inyecciones directas de liquidez y crédito fiscal para ayudar a las empresas y los individuos a capear las dificultades".
El papel de los bancos centrales también será clave, recuerda el equipo de análisis de la gestora Unigestion. "Un elemento importante para estabilizar el sentimiento de los inversores tendrá que venir de los bancos centrales, que ya han intentado tranquilizar al respecto de las perspectivas de la actividad económica y su intención de actuar en caso de necesidad”, señalan.