La tasa de reposición en España (es decir, el porcentaje del último sueldo que representa la pensión inicial) es del 78,7%, la más alta de toda la Unión Europea, y si el Estado quiere mantenerla al tiempo que revaloriza las pensiones cada año de acuerdo a la inflación tendrá que disparar el gasto en pensiones sobre PIB hasta el 15-16%, desde el nivel actual del 12,1%, lo que resulta inviable.
"Un gasto en pensiones del 15-16% del PIB significará trasladar a las nuevas generaciones una carga que reducirá considerablemente su renta disponible", ha explicado ante la prensa Miguel Ángel García, profesor de economía aplicada y colaborador de Fedea y la Universidad Rey Juan Carlos, quien defiende un reparto más equitativo de los esfuerzos entre los pensionistas actuales y los del futuro.
En su opinión, el sistema puede ser viable si se equipara la tasa de reposición a la de "los mejores países europeos", lo que permitiría a su juicio tener "pensiones suficientes".
La Seguridad Social ha tenido que incrementar su gasto para pagar pensiones un 1,7% en 2017 sólo para afrontar el incremento de la tasa de reposición.
Si se tiene en cuenta que el envejecimiento de la población española va a provocar un aumento del número de pensionistas que supondrá un incremento del 1,4% en el gasto de pensiones sobre PIB, "hará falta un crecimiento del PIB del 3% cada año para poder mantener constante la relación entre el gasto de pensiones y PIB".
Las cuentas no salen
Sólo si el PIB crece a una tasa anual acumulativa del 3,3% se podrá mantener una tasa de reposición del 78,7% en las pensiones, que se cobran durante 21,2 años; sin embargo, el 2018 Ageing Report de la Comisión Europea pronostica que el PIB español crecerá un 1,2% hasta 2040 y un 1,5% desde ese año hasta 2070.
Este ritmo de crecimiento se puede considerar imposible, ya que de todas las perspectivas analizadas por Fedea un crecimiento del 1,8% real anual es la más optimista.
Fedea parte de este escenario optimista en el que el PIB español crezca a un ritmo de 1,8% y determina que si hay que afrontar un aumento del gasto en pensiones del 1,4% solo por el número de pensionistas, sólo quedará un 0,4% de PIB para afrontar la tasa de reposición (frente al 1,7% que supone en la actualidad).
"Lo que hay que evitar es el mensaje de que se puede seguir como estamos ahora y que no pasará nada, por que sí pasa", advierte García, que no dice cuánto en concreto debe bajar la tasa de sustitución, pero sí defiende que es necesario que baje.
En el caso aún más optimista de que el PIB español creciera al mismo ritmo de los últimos 25 años, es decir a un 2% anual, para cubrir los 21,2 años de esperanza de vida por encima de los 65 que había en 2016, sería asequible "pagar una pensión con una tasa de reposición del 60% del salario", es decir 18,7 puntos inferior a la actual.
Cómo acabar con el déficit
Fedea alerta de que el déficit actual que sufre la Seguridad Social se acerca más al 1,6% del PIB que al 1,5% que estima la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y lo cifra en torno a 19.000 millones de euros, de los que 9.000 proceden del sistema agrario, el régimen del carbón y los trabajadores del mar.
Para poder cerrarlo, creen que sería necesario elegir entre una de estas cuatro posibilidades: subir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) hasta el 23% para todos los trabajadores; conseguir que el número de afiliados aumente en 3,6 millones, es decir, llegar a una situación de pleno empleo; subir las bases de cotización hasta el 17,1% o aumentar el tipo medio de cotización en 4,8 puntos.
Cualquiera de estas dolorosas medidas permitirían corregir el déficit actual de la Seguridad Social, pero no serían suficientes para paliar el incremento de déficit que está previsto para los próximos años.
"Es importante que haya un esfuerzo adicional de toda la sociedad", explica García, que recuerda que la idea de que si los ricos pagan más podría ser viable el pago de pensiones es absurda teniendo en cuenta que cada mes el Estado tiene que destinar más de 9.000 millones al pago de pensiones.
No hay suficientes ricos en España para pagar las pensiones, con la fortuna de Amancio Ortega solo podríamos pagar pensiones de aquí a julio"
El experto pide al Gobierno que no legisle pensando en el corto plazo y afronte medidas impopulares pero necesarias.
"La política tiene muchas dificultades y más ahora que hay muchos partidos y cada vez tienen más peso los populistas (ya que cuesta decir cosas que puedan soliviantar a parte del electorado), (...) pero si se quiere realmente apostar por la equidad hay que buscar una solución en la que haya una distribución equilibrada de los esfuerzos", que incluya a los pensionistas.
Recuerda que ya ocurrió en España que el déficit se disparó y hubo que tomar medidas impopulares, pero advierte de que cuando eso sucedió en 2008-2009 el nivel de deuda era del 37% del PIB no como ahora que asciende al 96%, lo que deja poco margen para aplicar una política fiscal estabilizadora.
García lamenta la derogación de la reforma de pensiones que llevó a cabo de forma unilateral el Partido Popular en 2013 y avanza que no cree que a la Comisión Europea le guste esa decisión, ya que supone un incremento del gasto para el que no están contempladas medidas adicionales de incremento de ingresos.