El Grupo Ferrovial, también conocido como Ferrovial SA, pasará a llamarse Ferrovial International SE (bajo la abreviatura FISE) en el momento en que se apruebe el cambio de sede social de Madrid a Ámsterdam. Es decir, la matriz pasará a llevar el nombre de la que hasta ahora era su filial en Holanda. Un nombre complejo para una compañía que aspira a ser un referente, principalmente, en Estados Unidos. Pero, como confiesan fuentes conocedoras del proceso a Vozpópuli, se trata de un nuevo nombre que podría ser temporal.
De acuerdo a las fuentes consultadas, Cintra podría pasar a ser el nombre por el que se conocerá en el futuro a la histórica compañía española fundada en 1952 por Rafael del Pino y Moreno. Según detallan los mismos informantes, la opción de renombrar al Grupo con el nombre de su filial de gestión de infraestructuras parte de facilitar el reconocimiento de la marca en Estados Unidos, Canadá o Australia, que es donde la marca Cintra ya tiene un gran posicionamiento. El plan tendría ya dos años de trabajo a sus espaldas, si bien un portavoz de la compañía asegura que el último 'rebranding' en marcha se ha limitado a potenciar la marca Ferrovial -ya renombrada como FISE- para las nuevas tecnologías.
El pasado noviembre, fue a través de Cintra que el grupo inauguró la 'Managed Lanes I-66', una autopista de 36 kilómetros entre la capital de Estados Unidos y Virginia por 3.700 millones, para la que el grupo tiene una concesión de 50 años. La filial de autopistas y aparcamientos funcionaba de forma relativamente independiente hasta que el grupo matriz de la familia Del Pino decidió absorberla en 2009. En cualquier caso, la compañía siempre estuvo presidida por el propio Rafael del Pino, mandatario en el grupo Ferrovial que fundó su padre desde el año 1999.
El grupo de los Del Pino busca reforzar la notoriedad de su marca en la región, en particular ante los países y reguladores locales, cuyo papel en la adjudicación de nuevos proyectos es clave, y ante potenciales empleados o colaboradores
Ya con Cintra, Ferrovial apuntaba a reforzarse en Norteamérica, donde ahora busca comenzar a cotizar en algún momento de este 2023. Con ese objetivo, el grupo de los Del Pino busca también "reforzar la notoriedad de su marca en la región, en particular ante los países y reguladores locales, cuyo papel en la adjudicación de nuevos proyectos es clave, y ante potenciales empleados o colaboradores", según explicita la propia compañía en su última comunicación a los inversores.
El 92% del futuro negocio de los Del Pino
El cambio de nombre casa con la idea de Del Pino y el resto de inversores en concentrar todavía más negocio en Norteamérica. El 92% de las inversiones comprometidas para el período 2023-2027 están asociadas a esta geografía, con proyectos clave de crecimiento como la nueva Terminal. Uno del aeropuerto JFK de Nueva York, la citada autopista I-66 en entre Washington y Virginia y la autopista North Tarrant Express 35W 3C en Texas.
"La visión de Ferrovial es que todos esos proyectos están adecuadamente dimensionados, cuentan con condiciones atractivas y capacidad de generación de flujos de caja a largo plazo y, en conjunto, constituyen el núcleo de la estrategia de crecimiento futuro del Grupo Ferrovial en la región", explicaba a la CNMV tras comunicar su decisión de cambiar de sede. A día de hoy, solo el 18% de los ingresos de Ferrovial proceden de España, por el 28% que lo hacía hace diez años. El 2022 se saldó con 185 millones de beneficio neto tras 7.551 millones de facturación.
Ya durante el ejercicio 2022, Ferrovial realizó las principales aportaciones de socios a favor de su filial para el negocio foráneo, Ferrovial International, por un importe total de 1.470 millones de euros. Y lo hizo con el objetivo de dotarla de los fondos necesarios para hacer frente a "nuevos proyectos en Estados Unidos". Por lo pronto, al cabo del último ejercicio, percibió 1.295 millones de euros en dividendos.
Pablito 1
El dinero siempre tiene miedo. Los financieros o inversionistas se comportan como los castillos de naipes. Ellos solos se destruyen al menor soplo de viento. Ferrovial, empresa española, por más que les pese, y como tal se vende y se ha vendido en el planeta, con esta nueva nacionalidad, está creando una dualidad no fácil de entender en el mundo financiero, que, de entrada da recelo y se presta a la existencia de negocios o actividades poco serias. Por otra parte, dejando de ser una empresa española, es un andar en patera, buscando costa donde hallar asiento no se da cuenta, que su anterior existencia, su razón de ser y su mundo ha quedado atrás enfrentándose a un futuro de momento incierto.