Al Rayo Majadahonda le ha tocado ‘El Gordo’ este miércoles. El club madrileño ingresará cerca de 6,1 millones de euros del traspaso de Lucas Hernández del Atlético de Madrid al Bayern Münich por 80 millones de euros. Este ingreso supone para el modesto club duplicar su presupuesto que, en estos momentos, no supera los siete millones.
El motivo de este ingreso extraordinario llega por los derechos de formación. Esta cláusula permite a los equipos modestos beneficiarse a los equipos del fútbol base beneficiarse de las grandes operaciones que se producen en el fútbol de élite. En este caso, Lucas Hernández militó en las categorías inferiores del Rayo Majadahonda durante tres temporadas, antes de dar el salto al Atlético de Madrid.
Según explican desde el modesto club madrileño, la cifra exacta que corresponde al Rayo Majadahonda en esta operación está todavía por conocer, aunque reconoce “que está ingresos supone un impulso financiero vital para la entidad”. El dato de 6,1 millones supone un 7,7% del total de este fichaje.
Dinero por Theo Hernández
Este porcentaje es el mismo que ingresó el Rayo Majadahonda la pasada temporada cuando Theo Hernández, hermano de Lucas, fue traspasado del Atlético de Madrid al Real Madrid. Esta operación supuso un ingreso de dos millones de euros para el modesto equipo madrileño que, por aquel entonces, tenía un presupuesto de un millón de euros.
Una ‘paga extra’ que fue clave para obrar el milagro. El equipo majariego ha logrado esta temporada alcanzar por primera vez en su historia la Segunda División de España, conocida como LaLiga 1,2,3. El club cuenta con uno de los presupuestos más modestos de la categoría y ha tenido que ‘vivir de prestado’ jugando en el Wanda Metrapolitano durante la primera mitad de la temporada.
El equipo juega ahora en su ciudad, en un estadio por terminar en la ciudad deportiva del Atlético de Madrid. Un campo que el equipo colchonero compró al Ayuntamiento de Majadahonda, unos campos que utilizaba por entonces el club majariego. Ahora ambos equipos están condenados a entenderse y, tras las ventas de los hermanos Hernández, parece que se cierra el círculo.