Los fondos españoles ya no están preocupados por la inflación, ni por la invasión de Ucrania, ni por la recesión europea o la propia subida de tipos, no. A los inversores nacionales lo que les preocupa ahora son las elecciones generales de cara al 2023. Les preocupa porque es el único escenario que aún no se ha comenzado a descontar en el mercado y del que poco o nada se sabe aún, señalan diferentes fuentes financieras consultadas por este medios.
Y es que el temor de las grandes gestoras de este país es que la campaña política termine afectando al devenir del mercado por culpa de promesas electorales o "giros en el argumentario de los diferentes partidos políticos". "En campaña todo vale y termina afectando a las bolsas", señalan desde una gestora de fondos.
El Gobierno de Pedro Sánchez se tendrá que enfrentar a elecciones generales que se jugarán en clave económica y los discursos y propuestas de los partidos irán por esa dirección. El temor es que se vuelva a hacer política con temas relacionados con el ahorro, como ya ocurrió con las sicavs, o que se propongan nuevos impuestos que afecten, de nuevo, al bolsillo de los inversores o que ahuyente al inversor extranjero.
No es de extrañar que las elecciones generales se lean ya como un potencial riesgo porque lo cierto es que tras este Gobierno, los ahorradores han salido perdiendo por algunas medidas muy controvertidas como el 'hachazo' a las sicavs o a los planes de pensiones.
La loza de los fondos
El pasado 1 de enero entró en vigor la nueva ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, que establece que las sicav que no cumplan el requisito de que cada uno de sus al menos cien socios alcancen una inversión mínima de 2.500 euros pasarán a tributar al 25% en el Impuesto de Sociedades, frente al 1% al que lo hacen actualmente.
Este cambio normativo ha provocado ya una desaparición masiva de accionistas (70.500). Cabe destacar que cerca de 600 sicavs de la banca española (el 25% del total) han anunciado ya a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su decisión de disolución, liquidación o baja y el propio supervisor ya cifra en 1.800 los vehículos que van a desparecer.
De las más de 3.000 sicav que ha llegado a haber, las grandes fortunas han liquidado ya cerca de 800 por miedo a la Inspección de Hacienda, tal y como publicó este medio. Es el caso de la sicav de la familia Sainz de Vicuña, dueña histórica de Coca-Cola, de Carmavent Inversions, del cineasta y expolítico Pere Portabella, de Dosane, del exfutbolista del Real Madrid Álvaro Arbeloa, y la del ex culé Iván de la Peña, entre otras.
Por otro lado, reducir las aportaciones individuales a tan sólo 1.500 euros ha provocado que los ahorradores hayan dejado de depositar 4.000 millones en sus respectivos planes de pensiones, según critica el presidente de Inverco. La patronal avisa de que la última reforma realizada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha provocado un roto en el pilar 3 (aportaciones de los ahorradores) y no ha conseguido hacer crecer el pilar 2 (aportaciones de las empresas).
Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, considera que se ha realizado una "reforma drástica no pensada desde un punto de vista lógico" porque hay que potenciar el segundo pilar "sin destruir el tercero". Marínez-Aldama asegura que la pérdida de 4.000 millones es aún más trágica porque no se ha canalizado ni un solo euro nuevo por parte de las aportaciones de las empresas.