Fondos

¿Nuevos estímulos del BCE? Es solo cuestión de tiempo, según las gestoras

Las firmas de inversión consideran inevitable que antes de fin de año la institución presidida por Mario Draghi anuncie un cambio en su programa de compra de deuda.

  • Mario Draghi, presidente del BCE.

La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de no alterar los tipos de interés ni de mostrar algún atisbo de cambio en su política de compra de activos de deuda no ha supuesto demasiada sorpresa para los gestores de fondos, aunque muestran su convencimiento de que más pronto que tarde será inevitable dar otro tipo de señales al mercado.

Una “cuestión de tiempo”, como afirma Anthony Doyle, director de inversiones del área de renta fija minorista de M&G. “Muchos esperaban que Mario Draghi anunciara una ampliación de su programa de compra de activos más allá de la fecha actual de finalización en marzo de 2017. Los datos económicos europeos han mostrado cierta resistencia tras la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea. Y el crecimiento y la inflación han evolucionado según las previsiones del BCE, por lo que probablemente piensen que aún queda mucho tiempo para evaluar próximas publicaciones de cifras y el efecto del programa de relajación cuantitativa (Quantitative Easing)”, explica.

Pero Doyle está convencido de que será inevitable una ampliación del programa de compra de deuda antes de fin de año. “Con una inflación anual de tan solo el 0,2% en agosto, la economía del Viejo Continente sigue rondando peligrosamente la frontera de la deflación. De hecho, el mercado no cree que la inflación de la zona del euro vaya a alcanzar el objetivo del BCE. Y para respaldar la economía europea, se verá obligado a aplicar una política monetaria aún más expansiva”, subraya.

Escasez de activos

“El BCE ha decidido posponer lo inevitable”, asegura Dierk Brandenburg, analista senior de deuda soberana de Fidelity. “Con una inflación que se niega a llegar al objetivo del 2% en un futuro inmediato, la política de relajación continuará y el BCE está evitando afrontar la escasez de activos libres de riesgo que pronto empezará a ser un problema”.

Esta reflexión también es compartida por Mitul Patel, responsable de tipos de interés de Henderson Global Investors. “La escasez de bonos del Tesoro alemán aptos para la compra exigirá la modificación de los criterios de aptitud en algún momento”, subraya. “Es probable que las compras de activos se extiendan más allá de marzo de 2017, si bien esta decisión se aplazará hasta diciembre de este año. La inflación continúa en niveles excesivamente reducidos y la ausencia de presiones al alza en los precios obligará al BCE a mantener su política monetaria ultraexpansiva durante algún tiempo”, añade.

“La falta de urgencia del BCE seguramente signifique que los activos financieros permanecerán bajo presión y que el euro seguirá contrayéndose. Esto hará que el trabajo de Draghi sea incluso más complicado que si hubiesen extendido el programa de compras del sector público, como esperaba el mercado, hasta final de año”, apunta Patrick O’Donnell, gestor de renta fija de Aberdeen AM.

Esta presión sobre los activos se ha dejado notar en un estrechamiento de los diferenciales de crédito desde que la institución presidida por Mario Draghi comenzó antes del verano la compra de bonos corporativos de compañías no financieras. Regina Borromeo, gestora de carteras de inversión en Brandywine Global, filial de Legg Mason, recuerda que el programa de compra de deuda de bonos de empresas ya ha alcanzado los 20.000 millones de euros y ha tirado el rendimiento de los títulos con calificación de investment grade hasta niveles mínimos. “Las empresas están emitiendo bonos con rendimientos negativos. Por muy irónico que parezca, toda esta liquidez proveniente del BCE no está ayudando a los diferenciales de los bonos corporativos de alto rendimiento denominados en euros”, señala.

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