Desde hace varios años, las gestoras internacionales están apostando por ideas de inversión más especializadas, como pueden ser los fondos de consumo, agricultura, nuevas tecnologías o salud. En realidad se trata de orientar a los inversores hacia las grandes tendencias que están guiando la evolución macroeconómica del mundo a gran escala, sin perder de vista los datos fundamentales de las compañías.
Y esas ideas de inversión tienen mucho que ver con la evolución demográfica de los países en desarrollo, con más población joven que tiene acceso a mayores bienes de consumo, y de los más envejecidos, con más necesidades médicas y farmacológicas. De ahí que existan en el mercado varios vehículos de inversión centrados en el sector biotecnológico, que ha sido uno de los que mayor revalorización han conseguido en 2013, con una subida del MSCI World Biotech de casi el 68%.
Los inversores españoles también se han visto beneficiados de esta corriente alcista en enero, ya que este segmento se ha convertido en el de mayor rentabilidad ponderada por patrimonio, según la clasificación de la consultora VDOS, con un 10,28%, seguido del sector Salud, con un 5,57%.
Michael Sjöström, gestor del fondo Pictet Biotech, explica que esta subida a nivel mundial se debe a varios factores. En primer lugar, la mejora de las valoraciones de las compañías de este sector que, desde los mínimos alcanzados en septiembre de 2011, han visto cómo se duplicaban en los últimos años hasta situarse en ocho veces su valor sobre ventas. Además, la evolución favorable de productos de nueva comercialización; un entorno regulatorio más favorable en Estados Unidos, que ha permitido la aprobación de nuevas patentes; éxito en la experimentación de ensayos clínicos, y una elevada actividad corporativa de fusiones y adquisiciones.
Enfermedades como la pulmonar obstructiva crónica, la hipertensión arterial, la hepatitis C, la mielofibrosis, la beta talasemia o la fibrosis quística están siendo tratadas con nuevos tratamientos farmacológicos que han recibido la aprobación de los organismos sanitarios de Estados Unidos, lo que ha impactado positivamente en la valoración de las compañías.
Pese a esta cadena favorable de acontecimientos, Sjöström recomienda mantener la cautela porque "el desarrollo de aplicaciones farmacéuticas sigue siendo un negocio arriesgado y las probabilidades de éxito clínico no se han modificado. Ahora es más difícil batir expectativas y no pueden descartarse decepciones de manera individual". El desarrollo de genéricos sobre aplicaciones biotecnológicas también puede afectar a algunas empresas asentadas por la entrada de competidores bien situados.
Según el gestor de Pictet Biotech, toca ser más selectivos que nunca en la elección de empresas. "Es el momento de estar centrados en empresas que entran en nuevo ciclo de productos, sobre todo de mediana y pequeña capitalización. Y especialmente en las micro, aunque va a ser difícil encontrar oportunidades".