El equipo que descubrió la nueva forma geométrica de los escutoides describe ahora el principio que rige la conexión de las células entre sí para formar tejidos y órganos.

Un equipo de jóvenes investigadores estadounidenses ha reutilizado células vivas a partir de embriones de rana para darles una nueva forma de vida gracias a un superordenador. Estos biobots de un milímetro son capaces de moverse hacia un objetivo marcado, levantar carga útil o autocurarse tras un corte.