La inversión en el sector sanitario se ha disparado durante el último año. De acuerdo con el último informe de la consultora Bain & Company sobre las operaciones del sector, los inversores aumentaron su apuesta por las empresas biotecnológicas y farmacéuticas hasta un 50%. El valor global de las operaciones alcanzó los 63.100 millones de dólares, superando con creces los 42.600 millones obtenidos el año pasado.
Que el sector sanitario es una apuesta segura entre los inversores no es nada nuevo. No obstante, este último año se han disparado debido, entre otros factores, por la inestabilidad política internacional que se ha experimentado y en especial, debido a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha sacudido a sectores como la industria tecnológica.
En total, el número de operaciones -compras, inversiones, fusiones y demás- en 2018 fue de 316, sesenta más que el año anterior. Según explican desde Bain & Company, se debió a la “fuerte actividad de inversión en todas las regiones y en sectores como el de la tecnología de la información para la salud, proveedores y biofarmacia”.
El año de las macrooperaciones
La cifra incluye 18 macroperaciones, es decir, operaciones de más de 1.000 millones de dólares cada una. De todas ellas al menos ocho tuvieron un valor superior a las 2.000 millones de dólares, como la compra por parte del gigante farmacéutico AbbVie del fabricante de Bótox Allergan por 55.000 millones o la que pronto se convertirá en la fusión más grande de la historia: la absorción por parte de Bristol-Myers Squibb de Celgene.
Ha sido este tipo de actividad la que ha disparado el aumento del valor de las transacciones en el sector sanitario. “El año pasado fue un año particularmente bueno para las operaciones del sector salud”, asegura Cira Cuberes, socia de la práctica de Private Equity en la oficina de Madrid de Bain & Company.
Los inversores corporativos también impulsaron las fusiones y adquisiciones en el sector salud y registraron una cifra récord de 435.000 millones de dólares en 2018, 3.000 millones por encima del anterior récord alcanzado en 2015. En los últimos años, las compañías del sector sanitario han recurrido cada vez más a las fusiones y adquisiciones para obtener mayores ingresos y aumentar la base accionarial.
Un refugio para la inversión
Para Cuberes, el sector sanitario se ha convertido en “refugio seguro” para los inversores. “A pesar de la elevada volatilidad de los mercados y de algunos escenarios políticos que provocaron un fuerte sentimiento de inquietud entre la mayoría de los inversores, las sólidas características del sector salud y el buen historial de su rendimiento fueron una referencia para los inversores que buscaban un refugio seguro”, afirma.
Otro de los principales motivos por lo que el movimiento inversor ha experimentado un auge tan destacable se debe al ‘boom’ que han tenido las empresas biotecnológicas en el último año.
Sólo en España, las start-ups biotecnológicas captaron 74 millones de euros en inversión extranjera, y cada vez son más las grandes farmacéuticas que abogan por hacerse con pequeñas empresas especializadas en biotecnología para aumentar su cartera de medicamentos a través de fármacos innovadores, que se espera que de cara a 2024 supongan un 20% de las ventas globales.
Un muy buen ejemplo fue a compra de la empresa madrileña especializada en terapias celulares Tigenix, que fue adquirida por el gigante farmacéutico japonés Takeda por 520 millones de euros a principios de año. La conclusión es que el sector sanitario se encuentra en un momento de cambio muy interesante, lo que sumado a su ‘independencia’ de factores externos como la política internacional, lo convierte en una industria cada vez más lucrativa y atractiva.