Las empresas biotecnológicas españolas están de moda en el extranjero. De acuerdo con el último informe anual elaborado por la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), que se publica de manera anual desde 1999, las principales empresas del sector ‘biotech’ en España lograron atraer hasta 74 millones de euros de capital extranjero, en su mayoría procedentes de inversores internacionales y de multinacionales farmacéuticas en busca de ampliar su cartera de innovación. Supone un nuevo récord para la industria.
La conclusión a la que llega el informe de Asebio es que de manera generalizada, la inversión destinada al mundo biotecnológico español se ha consolidado, al contrario de lo que ocurría hace 20 años, cuando comenzó a publicarse el informe. En 2018, crecieron -aunque poco, un 1%- tanto el número de operaciones como el volumen de capital de las mismas.
En total, se llevaron a cabo 30 operaciones, con un valor de más de 98 millones de euros. Según establece la propia asociación en el informe, 2018 ha sido el tercer año consecutivo de crecimiento estable de la inversión en la industria.
Y la clave de dicha inversión es, precisamente, que viene de fuera. En particular se llevaron a cabo dos operaciones claves en las que los principales actores fueron del ámbito internacional. Una fue la compra de la empresa madrileña especializada en terapias celulares Tigenix, que fue adquirida por el gigante farmacéutico japonés Takeda por 520 millones de euros a principios de año.
Poco después, el conglomerado tecnológico holandés Qiagen se hacía con la compañía de diagnóstico Stat-Dx, con sede en el Parque Científico de Barcelona, por 154 millones de euros. Desde Asebio han asegurado se trata de dos operaciones corporativas “sin precedentes en España”.
Inversión sí, pero extranjera
Lo cierto es que el talento biotecnológico español goza de buena reputación fuera de nuestro país y atrae capital de todas partes del mundo. Si se realiza un recorrido histórico desde 2008, los fondos de capital riesgo que invierten en biotecnología han captado casi 600 millones de euros en total.
Sin embargo, la inversión pública apenas crece. Según denuncian desde la asociación, el capital que canaliza la institución del Gobierno que gestiona la inversión en biotecnológicas, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), mantiene su presupuesto prácticamente intacto, independientemente del crecimiento que está experimentando la industria a través de financiación privada.
El directo general de Asebio, Ion Arocena, pedía mayor compromiso con el sector biotecnológico y el I+D en España durante la presentación del informe esta semana. “Toca apostar por la capacidad innovadora de nuestro sector, por su alto impacto social y económico. Estamos convencidos que si produjera una mejora de los incentivos en nuestro país al I+D+i del sector público, se produciría todavía un mayor efecto incentivador de inversión hacia el sector privado”, aseguraba.
Además de las dos megacompras, la industria biotecnológica experimentó seis operaciones que contaron con agentes internacionales. La más relevante fue el cierre de la ronda de inversión por parte de Minoryx Therapeutics por más de 21,3 millones de euros de la mano de grupos como Roche, Chiesi o el fondo especializado en el sector ‘farma’ Idnivest Partners. En total, sector biotecnológico en España registró 29 ampliaciones de capital por un importe de 94,5 millones de euros en 2018.
Más de 2.400 nuevos empleos
El crecimiento que ha experimentado el sector ha tenido un impacto especialmente positivo en materia de empleo, Según Asebio, la industria ha creado durante el último año de manera directa casi 2.400 puestos de trabajo. Esto supone un 10,6% más, un porcentaje que contratas con el 2,9 que experimenta de manera global la economía española.
"Nuestra asociación nació para impulsar el desarrollo del sector biotecnológico español. Veinte años después seguimos apostando por un sector tan transformador como el biotecnológico por su impacto en el bienestar de millones de personas y ayudar a resolver algunos de nuestros mayores desafíos sociales y generacionales", ha zanjado el presidente de Asebio, Jordi Martí.
