Fidelity, una de las mayores gestoras del mundo, se ha visto obligada a anunciar un soft close de su célebre fondo Iberia Fund, que invierte en España y Portugal. El motivo es evidente: a cierre de 2012 tenía un patrimonio de 115 millones de euros y a finales de octubre superaba los 800.
Este producto concretará las condiciones del cierre el 20 de enero, aunque todo apunta a que impedirá la entrada de nuevos clientes y pondrá cierto techo de compra a los que ya lo sean. Todo ello, para facilitar la tarea de su responsable, el portugués Firmino Morgado, que necesita poner orden en lo que está siendo una auténtica avalancha de dinero.
Algunas gestoras ya se han visto obligadas a ello, como Alken Fund, que a finales de septiembre anunció lo mismo, o Bestinver, que aunque no ha realizado un cierre, avisó a sus clientes de que se veían obligados a aumentar las posiciones de liquidez, ante el ‘exceso’ de dinero que les llegaba.
Cuando un gestor toma esta medida se debe, de manera simplificada, a que no encuentra oportunidades en las que invertir el capital que le entra y prefiere esperar a que los mercados las ofrezcan.
Honesto
Estas entradas de capital suelen llegar merced al ‘efecto retrovisor’ de la rentabilidad: cuando el mercado comprueba que un fondo ha ido especialmente bien, entonces comienza a tomar posiciones en el mismo, haciéndolo en muchas ocasiones demasiado tarde. Entonces, el gestor, si es honesto, debe reconocer que los activos en los que ha invertido ya no son tan atractivos para inversores nuevos.
La trayectoria reciente de Iberia Fund muestra el furor internacional por España ahora mismo. Varias gestoras han lanzado fondos específicamente españoles y muchos inversores internacionales han empezado a entrar en los mercados domésticos a través de una entidad del prestigio de Fidelity. No en vano, este fondo sube un 35% acumulado a 3 años, cuando el Ibex pierde un 0,5%. En lo que va de ejercicio, este fondo repunta un 28%. Sus principales posiciones son Telefónica, Mapfre, Santander, CaixaBank, Inditex, BBVA, Bankinter, Técnicas Reunidas, la portuguesa Sonae y Acerinox, todas entre un 2% y un 4,5% de la cartera.