Hugo Casanovas, antiguo banquero privado en firmas como Citigroup, Inversis o Banif, ha lanzado Democratic Capital Sicav, una sicav amparada en la estructura de Gesiuris y con depositaría en Renta 4, que busca clientes particulares sin ningún importe mínimo. Quiere, además, que sus partícipes de clase media interactúen con el equipo gestor.
Un paso más en el proceso de democratización de las inversiones, que parece avanzar en España de manera decidida.
El nuevo vehículo “está abierto para todo el mundo, por poco dinero que tenga. Sólo tiene que ir a la sucursal de su banco y pedir que le compren participaciones de la sicav”, afirma Casanovas. La filosofía de gestión de Democratic Capital es simple: la preservación del capital. Por lo demás, invertirá en todo tipo de activos que considere necesarios, incluso a través de posiciones cortas.
Democratic Sicav es la antigua Outlook, que en su día perteneció a la familia Del Pino y posteriormente a su histórico consejero, Eduardo Trueba. Esta sicav fue comprada a principios de año y recientemente se le ha cambiado el nombre.
Está constituida con 2,5 millones de euros y después del verano comenzará su comercialización de manera más activa.
Contacto con el cliente
Casanovas, además, quiere que el cliente de Democratic Capital participe e interactúe con el equipo gestor, para lo que abrirá un blog en el que comentará aspectos relevantes y permitirá a los partícipes a hacer lo propio.
Al contrario que un producto financiero de red bancaria, en Democratic Capital quieren tener contacto directo con el cliente y que este pueda hacerlo con el equipo que maneja su dinero. Asimismo, esta sicav ofrecerá valoración y datos de cartera a diario, siendo pionera en este sentido.
Aunque es para todos los públicos, la sicav no es barata en comisiones, ya que tiene un estilo de gestión activa: aplicará un 1,35% sobre patrimonio y un 9% sobre resultados.
Este proceso de apertura al público minorista de las sicavs parece una tendencia imparable de mercado. Lo han hecho los March con Torrenova (la mayor del mercado español), Ram Bahvnani (quien, por cierto, realizaba una encendida defensa de España en los peores momentos) o César Alierta.
Otras instituciones como la propia Banca March o Mutua Madrileña invitan a invertir a los clientes en los mismos productos en los que tienen colocado sus fondos propios, de tal manera que el cliente pasa a convertirse realmente en socio de estas entidades. Una práctica que Hugo Casanovas considera muy sana.
Con ella, se intenta romper con el producto masivo de red, colocado de manera casi indiscriminada, con el que sólo sufren las pérdidas los clientes, que tanto daño ha hecho al ahorrador en los últimos tiempos. Con este nuevo modelo, las minusvalías serán compartidas, lo que constituye la mejor garantía de producto con gestión correcta e incluso ‘mimada’.