Si tiene hijos pequeños es más que posible que haya oído hablar de Fortnite. Es un videojuego en primera persona desarrollado por la firma Epic cuyo objetivo no es otro que sobrevivir en una batalla con otros jugadores haciéndose valer con el uso de armas como fusiles, metralletas o granadas.
Ya está disponible para PC y Mac, también para iPhone e iPad, para móviles Android, PlayStation, Xbox, Switch... Es decir, se puede descargar a casi cualquier dispositivo con pantalla y las consolas más importantes. La aplicación, orientada a los más pequeños de la casa, almacena información sobre menores. El texto de Política de Privacidad de la app así lo refleja.
"Epic no guarda intencionalmente información personal de niños a través de nuestros sitios web, juegos, motores de juegos o aplicaciones. Si usted es el padre o tutor de un niño y cree que hemos recibido sin advertirlo información personal sobre ese niño, comuníquese con nosotros tal como se describe en la sección Cómo contactarnos de esta política y eliminaremos la información de nuestros registros", explica el texto legal del juego.
La aplicación no explica qué tipo de datos puede llegar a almacenar de forma accidental, abriendo un gran abanico de posibilidades
Lo que se desprende básicamente de este párrafo es que Fortnite puede registrar datos de sus jugadores pero "sin querer". La aplicación no explica qué tipo de datos puede llegar a almacenar de forma accidental, abriendo un gran abanico de posibilidades. Las partidas se juegan en la mayoría de las ocasiones chateando o hablando por el micrófono con el resto de los jugadores -es muy común-. En ocasiones estas conversaciones van más allá del mero juego: gustos, preferencias, productos de interés para los menores...
Riesgos
La empresa de seguridad Panda Security alerta de algunos riesgos que conlleva jugar a este videojuego de fama mundial.
La compañía explica que en el caso de teléfonos móviles Android el juego no puede descargarse desde la tienda oficial de aplicaciones para este tipo de dispositivos (Play Store). Es algo, según aseguran desde Panda, que elimina un filtro de seguridad muy importante, dado que para los ciberdelincuentes es más fácil vulnerar una página web que una app desde una tienda de apps oficial.
Otro de los riesgos que implica es que los menores en muchos casos pueden estar jugando con personas que no conocen, y que pueden precisamente mantener esas partidas con el único fin de chatear y conversar con los niños para alimentar redes de pederastia.