La citación del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, para declarar en la Audiencia Nacional como imputado en el caso Villarejo el próximo 18 de enero, amenaza las expectativas de negocio que la multinacional española tiene puestas sobre el multimillonario Plan de Infraestructuras de la Administración Biden.
El pasado 6 de noviembre la Cámara Baja de Estados Unidos aprobó el histórico plan de infraestructuras de 1,2 billones de dólares impulsado por el presidente, Joe Biden. El proyecto de ley contempla inversiones de 65.000 millones para modernizar la red eléctrica, ámbito en el que podría participar Iberdrola.
La compañía presidida por Galán fue la única española, y también la única energética, presente en la ceremonia de la firma del Plan de Infraestructuras de Biden, que se celebró en la Casa Blanca el pasado 16 de noviembre.
La imputación de Galán y su citación han asestado un golpe de muerte a la compra de la estadounidense PNM
La imputación de Galán y su citación para declarar ya han asestado un golpe de muerte a la compra de la energética estadounidense PNM Resources por parte de Avangrid, filial de Iberdrola, valorada en 3.625 millones de euros, la mayor inversión de la multinacional española en Estados Unidos.
Tres de los cinco comisionados de la Comisión de Regulación Pública de Nuevo México que tienen que aprobar esa operación defienden la conclusión de un examinador previo que ha recomendado rechazarla.
Entre los argumentos esgrimidos se encuentra la de la situación judicial que afecta a Galán. La decisión definitiva de la comisión estadounidense sobre la operación está previsto que se anuncie en los próximos días. En el caso de que efectivamente se tumbara la compra de PNM, Iberdrola tendría la posibilidad de acudir al Tribunal Supremo, pero supondría alargar el proceso más de dos años.
El encargado de Negocios de la Embajada de EEUU en España, Conrad Tribble, alabó la posición de Iberdrola
Pero fuentes cercanas a la compañía consultadas por este diario indican también que la imputación del presidente de Iberdrola lesiona las expectativas del grupo depositadas en el Plan de Infraestructuras de Biden.
La competencia, o reguladores estadounidenses que recelen de la participación de una compañía extranjera en la tarta millonaria del Plan Biden, podrían emplear la imputación de Galán para restar opciones a Iberdrola, consideran.
La compañía española es la mejor situada posiblemente del sector energético europeo para participar en los contratos que genere la multimillonaria inversión en infraestructuras prevista por la Administración Biden.
José Walfredo Fernández, consejero de Iberdrola, ha sido fichado por Biden como subsecretario de Estado de Economía
El mes pasado el encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en España, Conrad Tribble, en un encuentro celebrado en la sede de Cuatrecasas en Madrid, destacó la posición de Iberdrola en el mercado estadounidense y sus posibilidades de participar en el Plan de Infraestructuras.
El pasado mes de agosto, el consejero de Iberdrola José Walfredo Fernández renunció a su cargo en la eléctrica tras ser fichado por el Gobierno de Joe Biden como subsecretario de Estado de Economía, Energía y Medioambiente.
En mayo, Iberdrola recibió la autorización definitiva del Gobierno de Estados Unidos para iniciar la construcción de un megaparque eólico marino, el primer proyecto a gran escala de esta tecnología en el país.
La posición del grupo español en el mercado estadounidense es ideal para lograr adjudicaciones millonarias en la renovación de la red eléctrica del país. Pero el caso Villarejo se ha interpuesto entre las aspiraciones del grupo español y el Plan Biden.
